Desde hace meses son miles de personas, las que denuncian estar sufriendo los síntomas de esta enfermedad y no estar siendo tomadas en serio en sus respectivos centros sanitarios. El SIBO (Small Intestine Bacterial Overgrowth), es una enfermedad intestinal que se describe por la anómala y excesiva presencia de bacterias en el intestino delgado, que habitualmente se encuentran en el intestino grueso.
En las diferentes redes sociales como TikTok ha cundido el pánico, con miles de usuarios que han compartido sus síntomas intestinales. En los centros sanitarios las pruebas para confirmar si realmente se padece esta enfermedad están colapsando los servicios de medicina digestiva. Pero la realidad es, que esta enfermedad no es algo nuevo. Pese a su reciente fama, el SIBO lleva diagnosticándose muchos años.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
Las personas que sufren esta dolencia a menudo padecen síntomas como dispepsia (malestar, incomodidad o pesadez en el estómago que normalmente suele empeorar al comer), flatulencia, naúseas, hinchazón y dolor abdominal, además de, fatiga, diarrea o estreñimiento.
¿Cómo se diagnostica el SIBO?
Por el contrario, de lo que sucede con otros trastornos del sistema digestivo, sí existen pruebas para diagnosticar el SIBO o para detectar si hay una mayor cantidad de bacterias en el intestino. Pero no es algo tan sencillo como hacer la prueba, porque tras esto es cuando empieza un largo camino por recorrer.
Muchas personas se piensan que el resultado de la prueba es el final del camino, pero la realidad es muy diferente. Esta enfermedad no se cura tan solo con un tratamiento, ya que en multitud de ocasiones puede estar provocada por la ingesta de diferentes alimentos o por diversos factores psicológicos que son mucho más complicados de tratar.