Siemens Energy ha anunciado esta mañana que pondrá en marcha importantes medidas de reestructuración en Gamesa, que incluirán “ajustes de plantilla”, con el objetivo de que la compañía vasca regrese a la rentabilidad a partir de 2026 y que, a largo plazo, “obtenga un margen operativo de dos dígitos”. Los cambios incluyen el reemplazo del actual consejero delegado, Jochen Eickholt, quien será sustituido por Vinold Philip, el cuarto ejecutivo que ocupará ese puesto desde que se produjo la integración entre Gamesa y la división eólica de Siemens en 2017.
El Gobierno vasco tuvo conocimiento de estos anuncios ayer, pero no ha querido hacer ninguna valoración. Según el departamento de Arantxa Tapia, es momento de que la empresa comunique directamente a todos los agentes afectados sus decisiones, una comunicación que, a su juicio, también debe hacerla en Euskadi.
“El cambio organizativo también supondrá ajustes de plantilla”, reconoce la compañía en un comunicado, aunque no cuantifica el impacto exacto de esa reducción, ni por países ni por ubicaciones. Siemens Energy espera que “el número de empleados de Siemens Gamesa se mantenga más o menos constante en los próximos años, ya que áreas como el negocio offshore seguirán creciendo”. “El objetivo es absorber la mayor parte posible de la reducción de plantilla prevista en las áreas afectadas mediante recolocaciones en otras áreas”, señala. “Las medidas concretas se negociarán con los representantes de los trabajadores en los próximos meses”, zanjó.
La compañía cuenta con tres plantas en la CAV (su sede en Zamudio, Asteasu y Mungia), con una plantilla de 1.011 trabajadores, y otras dos en Nafarroa (Sarriguren y Arazuri), con 1.823 trabajadores. Serán Eickholt y Philip quienes ultimen y negocien las medidas concretas referentes a los ajustes de plantilla.
El actual consejero delegado dejará su cargo el 31 de julio y abandonará Siemens Gamesa el 30 de septiembre. Le sucederá inmediatamente Vinod Philip, actualmente director de Funciones Globales, quien asumirá la responsabilidad operativa de la división de energía eólica desde el 1 de agosto. El consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, ha valorado el compromiso de Eickholt “en un periodo especialmente complicado”, sentando “los pilares centrales para la reorganización que urgentemente necesitaba la compañía y su integración” y recordó que las causas de los problemas de calidad de las turbinas “no se produjeron durante su mandato como CEO”.
El mal funcionamiento de los modelos de turbinas eólicas 4.X y 5.X de Gamesa generó cancelaciones de pedidos e indemnizaciones millonarias por retrasos en las entregas. Siemens Energy paralizó el año pasado la venta de estas turbinas tras detectar fallos, lo que le provocó unas pérdidas de 4.532 millones en su ejercicio fiscal 2023 –comprendido entre octubre de 2022 y septiembre de 2023– y que el Estado alemán tuviera que rescatarla.
Sin embargo, pese a los graves problemas surgidos en la división terrestre, la multinacional explica que Gamesa mantendrá sus dos líneas de negocio –onshore o eólica terrestre y offshore o eólica marina–. Ahora, el negocio de generación eólica terrestre continuará en Europa y Estados Unidos, ya que ambos mercados ofrecen “un marco regulatorio estable y en los que Siemens Gamesa puede satisfacer de forma óptima y rentable las necesidades de sus clientes”. Aunque es en generación eólica marina donde Siemens Gamesa prevé crecer. En este apartado, “la tarea más importante seguirá siendo el aumento de la capacidad de producción, que actualmente sigue adelante según lo previsto en las plantas de Cuxhaven (Alemania), Aalborg (Dinamarca) y Le Havre (Francia)”, explicó. Según el consejero delegado de Siemens Energy, esto sentará las bases para el lanzamiento con éxito de su última generación de turbinas.
Pérdidas de 365 millones entre enero y marzo
La energética alemana ha anunciado estas medidas tras presentar una cuenta de ganancias de 108 millones de euros en su segundo trimestre fiscal –entre enero y marzo–, un dato positivo teniendo en cuenta las pérdidas de 189 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior. No obstante, Siemens Gamesa sigue siendo el gran talón de Aquiles para el grupo, sumando en este periodo unas pérdidas de 365 millones de euros y con una previsión de unos números rojos de 2.000 millones de euros en el total de este ejercicio.
El fabricante de aerogeneradores perdió 4.338 millones de euros en el último ejercicio fiscal y, en el primer semestre del de 2024 –entre octubre de 2023 y marzo de este año–, las pérdidas por sus problemas con las turbinas defectuosas ascienden a 800 millones de euros.
En Siemens Energy, los problemas de calidad de las turbinas provocaron unas pérdidas de 4.532 millones de euros en su ejercicio de 2023 y que el Estado alemán tuviera que rescatarla. Alemania avaló al grupo con 7.500 millones de un importe total de 12.000 millones de garantías, de los cuales 11.000 millones de euros se proporcionarán a la compañía a través de un consorcio de bancos. Fue en el primer trimestre de este ejercicio cuando Siemens Energy logró salir de los números rojos al registrar un beneficio de 1.582 millones gracias a la venta de su participación en su filial india.