Siemens Energy tardará varios años en resolver los problemas de calidad de las turbinas defectuosas de su filial española Gamesa, pero no ha detectado nuevas causas de pérdidas, por lo que considera que sus provisiones son adecuadas.
La compañía ha celebrado este lunes su primera junta general de accionistas desde que anunció los problemas de calidad de los modelos de turbinas eólicas 4.X y 5.X de Siemens Gamesa, que le provocaron unas pérdidas de 4.532 millones de euros en su ejercicio fiscal 2023 y que el Estado alemán tuviera que rescatarlo.
Durante la junta, el presidente y consejero delegado de Siemens Energy, Christian Brunch, ha asegurado que están haciendo todo lo que está en su mano para revertir la situación de su negocio eólico lo antes posible.
En este sentido, ha afirmado que están resolviendo los problemas de calidad, aunque tardarán "varios años" en conseguirlo, al tiempo que están reclamando a los proveedores de componentes defectuosos y estudiando cuándo reanudarán las ventas, sin fecha segura por el momento.
Asimismo, desde la compañía están revisando su posicionamiento y mercado objetivo en el negocio eólico con el fin de obtener una rentabilidad comparable a las de otras áreas de negocio a medio plazo, y están aumentando la productividad de las fábricas "offshore".
De hecho, durante 2024 Siemens Energy se centrará en aumentar la productividad de sus plantas de Cuxhaven (Alemania), Aalborg (Dnamarca), Hull (Inglaterra) y Le Havre (Francia), lo que, en opinión de Brunch, sentará las bases para el lanzamiento con éxito de su última generación de turbinas.
La compra de Gamesa empeoró la situación
El consejero delegado ha asegurado durante su intervención que no hay pregunta que se haga con más frecuencia que la de por qué adquirieron Siemens Gamesa y ha dado dos respuestas.
En primer lugar, Brunch cree que no puede haber transición energética sin viento y, en segundo, que no hay control empresarial sin una adquisición total.
"Cuando las condiciones de financiación fueros positivas en mayo de 2022, decidimos lanzar una opa sobre las acciones minoritarias. Y hemos hecho todo lo posible para integrar Gamesa poco a poco en Siemens Energy", ha afirmado.
Con respecto a la operación, el presidente del consejo de supervisión de Siemens Energy, Joe Kaeser, ha afirmado que deja "una sensación amarga", ya que, aunque la compra de la totalidad de Gamesa pretendía resolver el problema, "incluso empeoró la situación significativamente".
En cualquier caso, ambos directivos han defendido las medidas puestas en marcha y la importancia de la compañía pese "a las decepciones que rodearon las turbulencias en Siemens Gamesa".
Siemens Energy pagará 100 millones al año al Gobierno alemán por su rescate
Por otra parte, Siemens Energy pagará una comisión media de aproximadamente 100 millones de euros al año al Gobierno alemán por sus avales de 7.500 millones tras los problemas de Siemens Gamesa, aunque todavía no sabe cuál será el coste total del rescate.
Así lo ha explicado la directora financiera de Siemens Energy, María Ferrano, durante la primera junta general de accionistas de la compañía, que se está celebrando este lunes entre reproches de los inversores por las dificultades con Gamesa y las pérdidas que han generado al grupo.
Como consecuencia, la compañía anunció en noviembre que el estado alemán avalaría 7.500 millones de euros de un total de 12.000 millones de garantías, de los que 11.000 llegarían a través de un consorcio de bancos, mientras que los otros 1.000 millones los aportaría otro grupo liderado por Deutsche Bank.
Un rescate cuyo coste la compañía todavía no ha cuantificado con precisión, ya que dependerá de la duración y el volumen, según ha explicado Ferrano.
No obstante, además de las comisiones de garantía a pagar a los bancos y los costes de transacción en relación con la sindicación, Siemens Energy tendrá que pagar comisiones adicionales al Gobierno alemán.
"Suponemos que pagaremos una comisión media de aproximadamente 100 millones de euros anuales durante la vigencia del programa por la prestación de avales", ha afirmado Ferrano, quien ha asegurado que también es posible que tengan que abonar una tasa posterior si se siguen utilizando una vez terminado el programa.
El mecanismo de avales tiene una duración máxima de cinco años y no se emitirán nuevas garantías en los últimos dos años. Además, la compañía intentará refinanciar las garantías con los bancos comerciales "lo antes posible".