La actriz Sienna Miller recordó la "presión intensa" que sufrió a raíz de los supuestos pinchazos ilegales a su teléfono por parte del grupo News Group Newspapers (NGN) en una emotiva entrevista para un documental de la BBC.
La intérprete británica, nacida en Nueva York, habla por primera vez para ese programa que se emitirá esta noche, y que avanza parcialmente el canal, de su "espantosa" experiencia personal como víctima del escándalo de las escuchas ilegales cometidas supuestamente por reporteros de The Sun.
En su caso concreto, Miller llegó en 2021 a un acuerdo "por daños sustanciales" con ese tabloide por los pinchazos a su teléfono, que el diario sensacionalista utilizó para vender exclusivas con artículos de la vida privada de la actriz.
No obstante, el grupo en ningún momento admitió su responsabilidad legal sobre las acusaciones de Miller, quien accedió a resolverlo de manera extrajudicial, alegando que no disponía de "incontables millones" para respaldar el coste legal.
"Era una completa locura, el número de historias que salían (sobre ella). Y el número de historias con información precisa que aparecían en la prensa era desconcertante", afirma Miller a la BBC, visiblemente afectada al tener que recordar ese periodo de su vida.
También admite que "tener que hablar de ello ahora es horrible".
La intérprete se convirtió en carne de tabloide por su relación sentimental con el actor inglés Jude Law, cuando este la engañó con la que entonces era la niñera de los hijos del actor, quien vendió la exclusiva a la prensa amarillista británica. Posteriormente, la actriz descubrió que estaba embarazada si bien no llegó a tener el bebé.
Según la acusación de Miller, la exdirectora del tabloide Rebekah Brooks telefoneó en 2005 a su agente para hablar del embarazo de la actriz antes de que ésta hubiera tenido ocasión de compartir la noticia con su familia o amigos cercanos.
"Recuerdo que un fotógrafo me dijo: '¿te has operado los pechos para mantenerle (a Law)?" y Obviamente yo estaba embarazada. Fue simplemente espantoso", rememoró la actriz a la BBC.
Reconoce que en esos momentos tuvo la impresión de que alguien de su entorno "debía estar vendiendo historias" acerca de ella.
"Y me senté con las cinco personas en nuestra vida que lo sabían y les interrogué violentamente. Estaba sometida a una presión intensa", dijo.
También reveló que recibió la llamada telefónica de la oficina de su médico, que le notificaba que le habían "enviado el historial que había pedido". Y yo le dije: "No he pedido ningún historial", sugiriendo que alguien más lo había hecho en su nombre sin su autorización.
Por su parte, el grupo alega a la BBC que no acepta la versión dada por Miller sobre esos hechos por no apoyarse en "ninguna evidencia" al tiempo que el investigador privado que supuestamente contrató News Group para acceder de manera ilegal al historial clínico de la intérprete niega la acusación.