Llega el otoño y se cuela en nuestras cocinas con un montón de productos de temporada. Son muy beneficiosos para la salud y para nuestro bolsillo ya que, consumirlos en la misma época en la que se cosechan, además de aportarnos todos sus nutrientes, nos resultarán más fáciles de conseguir y más económicos.
Así pues, el otoño nos trae frutas y verduras típicas de la estación, así como técnicas culinarias propias de estas fechas como purés, sopas o guisos. Expertos del área de nutrición del Club Metropolitan nos aconsejan incluir siete alimentos de temporada en nuestra dieta diaria durante el otoño. Estos son:
- Setas y champiñones. Como su temporada es bastante corta (solo al comienzo del otoño), lo ideal es conservarlas para poder disfrutar de ellas durante todo el año. Su alto contenido en nutrientes como el agua, la fibra, el potasio y el fósforo hace que su consumo sea muy beneficioso para la salud.
- Calabaza. Es una de las grandes protagonistas de los alimentos otoñales. Es baja en calorías, rica en fibra y contiene vitamina A, C, K y E, además de minerales como el magnesio, el potasio o el hierro. Nos ayuda a prevenir el estreñimiento y la retención de líquidos.
- Castañas. Si hay un olor que nos evoca al otoño, ese es el de las castañas asadas. Ricas en HC y grasas vegetales, son una fuente importante de hidratos de carbono. Además, aportan minerales como el potasio, el magnesio y el calcio. Su consumo ayuda a proteger las células del cuerpo del estrés y de los radicales libres.
- Boniatos. Con una importante concentración de betacarotenos, es un pigmento vegetal que actúa como antioxidante, mejora la salud cardiovascular y refuerza el sistema inmune, además de fomentar la producción de vitamina A en el organismo. En cuanto a minerales, contiene manganeso, potasio, cobre y hierro. Es un poderoso antioxidante, desintoxicante y fortalecedor del organismo.
- Salmonetes. Este pescado azul es bajo en grasa y tiene un gran sabor, una combinación ideal para sumar a las recetas otoñales. Octubre es su mes estrella, ya que es la época en la que están más sabrosos. Desde el punto de vista nutricional, tiene un alto contenido en yodo que contribuirá al correcto funcionamiento de la glándula tiroides, lo que repercute en la producción de las hormonas de nuestro organismo.
- Cítricos. Aunque se consuman todo el año, comer en temporada una naranja o un limón no tiene nada que ver con hacerlo en cualquier otra época. Son más ácidos al principio de la cosecha y se vuelven más dulces a medida que avanza el frío. Incluir los cítricos en la dieta es un acierto seguro, ya que son una fuente importante de vitamina A, C y ácido fólico, minerales y antioxidantes. Además, aportan pocas calorías y muchos nutrientes esenciales.
Además de incluir estos alimentos de temporada, expertos del Club Metropolitan nos animan a incorporar a nuestra dieta, sobre todo tras realizar ejercicio, los líquidos calientes, ideales para combatir el frío y que el cuerpo entre rápidamente en calor. Apuesta por los caldos y cremas de verduras caseras elaboradas con ingredientes naturales (pollo, verduras, hortalizas, hueso de jamón...).