Siete empresas o UTE (Unión Temporal de Empresas) han presentado ofertas para ejecutar el desdoblamiento del túnel de Belate, en la carretera N-121-A, que será la mayor obra vial de Navarra por el volumen de la inversión prevista para los próximos años. El Gobierno de Navarra llevará a cabo previsiblemente la adjudicación en el próximo mes de mayo.
El presupuesto de licitación de 95 millones de euros incluye como partidas principales los trabajos de excavación (35 millones), sostenimiento (16 millones), revestimiento (10 millones) e instalaciones de seguridad (7 millones), entre otras actuaciones. La licitación del proyecto se formalizó el pasado mes de enero y el plazo ya ha concluido.
El nuevo túnel de Belate dispondrá de una longitud de 2.885 metros aproximadamente, similar a la de la actual galería, y se iniciará en el punto kilométrico 28+010, a la izquierda de la entrada actual, y finalizará en torno al punto 30+895, junto a la boca norte actual. Además, se construirán cinco galerías de emergencia, situadas cada 500 metros, que conectarán con el túnel existente: la central permitirá el paso de vehículos de emergencia y las otras cuatro serán peatonales con acceso a vehículos ligeros.
La duplicación de los túneles de Belate permitirá disponer de galerías unidireccionales con sentidos de circulación independientes, que permiten reducir el número de vehículos que circula por cada tubo. Además, en caso de emergencia se dispondrá de galerías que interconectan los dos túneles, lo que permitirá una mayor capacidad de respuesta y una intervención más ágil.
Adjudicación e inicio de las obras
Un total de siete empresas o UTE han presentado su oferta al concurso de adjudicación del proyecto. La previsión del Gobierno de Navarra es que en mayo se conozca la empresa adjudicataria, de modo que las obras empezarían en junio.
El desdoblamiento del túnel de Belate contará con un plazo de ejecución de 45 meses y en cuanto a la organización de los trabajos, se contempla planificar turnos durante las 24 horas del día para desarrollar las tareas que se realizarán en subsuelo, así como la construcción en paralelo desde las dos bocas del túnel.
Según el estudio geotécnico llevado a cabo en Belate, en torno a un 70% de la galería se podrá excavar a sección completa, ya que transcurre por tramos con una dificultad constructiva baja o muy baja. Un 30% del túnel deberá excavarse en zonas con peor calidad geológica o más complejas, por lo que se empleará el Nuevo Método Austriaco (NMA), que se basa en la idea de que la zona de terreno situada alrededor de la excavación participa en la estabilidad del túnel y es el principal elemento del que depende. Es decir, es el propio terreno el que se autosostiene mediante la formación de un arco de descarga en torno al túnel que transmite las tensiones a ambos lados.
Avance y destroza
Para su ejecución se acometen dos fases: avance y destroza. La fase de avance consiste en la excavación de la mitad superior de la sección del túnel (zona de bóveda). Cada vez que se abre frente, un experto geotécnico comprueba y asegura que el sostenimiento es suficiente o si es necesario algún tipo de refuerzo.
Una vez asentada la bóveda, se inicia la fase de destroza para excavar la mitad inferior de la sección del túnel. Además, puede darse una tercera fase con la ejecución de una contrabóveda para cerrar la sección estructuralmente en su parte inferior.
Esta operación es una práctica habitual en zonas de peor calidad geotécnica donde las tensiones horizontales son mayores que las verticales. En el caso de Belate, tras el estudio de funcionamiento de las galerías originales, se ha decidido además ejecutar un revestimiento completo de hormigón, que se aplicará no solo en el nuevo túnel, sino también en la galería actual.