Los científicos que monitorizan el volcán de La Palma aprecian "signos positivos" que, pendientes de que se consoliden en los próximos días, podrían anticipar que el final de la erupción está más cerca.
Carmen López, portavoz del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), ha destacado el descenso de la señal del tremor desde el mediodía de ayer martes y que se ha mantenido en las últimas horas.
A eso se añade la última medición de dióxido de azufre (SO2) en el penacho, en torno a las 9.600 toneladas diarias, lo que confirma la "tendencia descendente" de los días pasados, con el paréntesis del valor obtenido el lunes, si bien la emisión de CO₂ sigue en ascenso: 1.750 toneladas.
El otro dato en el que se fijan los científicos es la actividad sísmica, que se mantiene en las mismas zonas y profundidades, con uno de magnitud 5 a primera hora de la mañana.
Carmen López ha enfatizado que la evolución de los datos del tremor y de emisiones SO2 "son signos positivos, no hay duda", pero siguen siendo "valores muy altos", aunque "si seguimos en ese camino, iremos bien".
Mientras tanto, los vecinos continúan quitando ceniza de los tejados para evitar el daño que pueda provocar el peso de la misma.