Sigue con el coche las indicaciones del GPS y acaba en las pistas del aeropuerto de Barajas

Los navegadores y sistemas que incluyen GPS han revolucionado la forma de orientarse al volante, primero como aparatos externos y más adelante integrados en la pantalla del vehículo o a través del teléfono móvil. Su uso permite olvidarse de los mapas de carreteras y saber cuál es el trayecto más rápido, cómodo o barato para llegar a un lugar, si hay atascos y obras en el camino, si se ha cortado una calle, etcétera, lo que facilita enormemente la conducción, sobre todo cuando nos desplazamos a lugares que no conocemos y cuando tenemos prisa.

Pero estos navegadores, pese a que suelen ser muy precisos y se actualizan casi en tiempo real, no son infalibles. No es raro escuchar que un coche ha acabado encajado en unas escaleras o en un camino de cabras por seguir el GPS, que numerosos camiones terminan atascados en una carretera de montaña a la que no tendrían que haber llegado o que incluso un pueblo coloca señales para advertir a los conductores de que no hagan caso al navegador, que por ahí no es.

Confusión en Barajas

Algo así debió de sucederle a un joven, que el martes vivió una situación bastante embarazosa en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Acudió en su coche para buscar a su abuela y, una vez que la hubo recogido, siguió las instrucciones del navegador para salir de la terminal, que para quien no la domina no es tan sencillo.

Pero el GPS se equivocó y llevó a que el conductor se colocara detrás de otro coche, conducido por trabajadores del aeropuerto, que avanzó hacia una zona restringida a los servicios de mantenimiento. Segundos después, el vehículo que iba delante abrió una barrera que impedía el paso a personas ajenas, pero el de atrás, que no debía estar ahí, aprovechó para pasar también.

Interceptados por la Guardia Civil

Tras atravesar un túnel, el joven y su abuela aparecieron en las pasarelas de acceso a los aviones, conocidas como fingers, algo que pudo haber provocado una situación muy peligrosa. Por suerte, fueron interceptados por la Guardia Civil antes de que llegaran al área de maniobra de las aeronaves.

Investigación abierta

Tras explicar lo sucedido, ambos pudieron salir del aeropuerto sin recibir sanción alguna y terminaron llegando a su destino, la localidad de Paracuellos del Jarama, muy próxima a Barajas, aunque la Policía y Aena han abierto una investigación para determinar cómo pudieron terminar en la pista, depurar responsabilidades y proponer acciones de mejora para que no se vuelva a repetir.