El lento recuento de las elecciones generales irlandesas del viernes continúa este domingo con los dos grandes partidos más cerca de los 88 escaños que les darían la mayoría para reeditar la coalición de centroderecha.
Tras la reanudación este domingo del cómputo de sufragios, apenas se habían adjudicado 41 de los 174 asientos que componen el Dáil (cámara baja), pero las proyecciones indican que el centrista Fianna Fáil de Micheál Martin podría lograr hasta 50 diputados, frente a la treintena larga del democristiano Fine Gael del primer ministro, Simon Harris.
El izquierdista Sinn Féin de Mary Lou McDonald, líder de la oposición, confía en superar los 37 que obtuvo en los comicios de 2020, cuando fue el partido más votado pero se quedó a un escaño de Martin y no pudo formar gobierno ante la falta de apoyos en el espacio progresista.
La dirigente nacionalista se encuentra ahora en la misma situación, mientras que Martin y Harris ya han indicado que quieren explorar pactos para formar un gobierno estable, por supuesto, sin el Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA.
Ambos líderes prevén que sumarán más de 80 escaños y reconocen que necesitan acercarse a los 90 para manejar con garantías el Ejecutivo de Dublín durante los próximos cinco años.
En busca del tercer socio
Centristas y democristianos gobernaron la pasada legislatura con el Partido Verde, pero el desplome de los ecologistas les obliga a mirar ahora a otras formaciones minoritarias o al bloque de los independientes.
Sus posibles socios serían el Partido Laborista y los Socialdemócratas, fuerzas de la izquierda moderada irlandesa que ya se han mostrado dispuestas a explorar pactos.
Esperan una acuerdo rápido
Martin aseguró este sábado que tiene una "hoja de ruta muy clara" para regresar al poder y confió en que podrá negociar con las partes la formación de un Ejecutivo para enero, coincidiendo con llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Tras las elecciones generales de 2020, el Fianna Fáil y el Fine Gael tardaron más de cinco meses en cerrar esta histórica coalición entre los dos partidos que se han repartido el poder en Irlanda durante casi un siglo.
Entonces, centristas y democristianos, rivales desde la Guerra Civil (1922-1923), decidieron rotar el puesto de 'taoiseach' (primer ministro), con Martin al frente en la primera mitad de la legislatura y Leo Varadkar en la segunda, hasta que dimitió el pasado abril para dar paso a Harris.
Los observadores señalan ahora que si el Fianna Fáil supera al Fine Gael en más de cinco o seis escaños, Martin podría postularse como único jefe de gobierno en el futuro Ejecutivo de coalición.