Todos los veranos aparecen por las calles, tras días excesivamente soleados y de altas temperaturas, personas con la cara y extremidades totalmente rojas, e incluso descamadas. Esto se debe a una falta de protección a la hora de tomar el sol durante un extenso periodo de tiempo.
Estas quemaduras se producen mayoritariamente en verano, época en la cual los rayos del sol llegan a la Tierra de forma más directa, por lo que su impacto en las personas también se incrementa. Tanto los rayos UVA como los UVB que produce el sol pueden llegar a ser perjudiciales en caso de no aplicarse una crema solar de alto nivel de protección, como lo pueden ser la de 50 o 50+.
El uso correcto de estas cremas, ya que además de aplicarse antes de exponerse al sol, hay que volver a extender por la piel cada dos horas, va a prevenir en gran medida las posibles quemaduras y otro tipo de enfermedades cutáneas.
Consejos para aliviar las quemaduras producidas por el sol
La solución más sencilla para evitar las quemaduras producidas por el sol es, como se ha explicado anteriormente, aplicarse una crema solar de alto nivel de protección. Pero en caso de no hacerlo, y por ello quemarse alguna parte del cuerpo, existen varias formas de calmar y aliviar las molestias y favorecer la regeneración de la piel.
- Uso de analgésicos: En caso de tener algún dolor o molestia, es recomendable tomar un analgésico nada más terminar de tomar el sol durante un prolongado periodo de tiempo. Ejemplo de ello puede ser el ibuprofeno. En caso de hacerlo, ante la duda, lo óptimo es hablar con un médico y seguir sus instrucciones.
- Mayor hidratación el día después: Las quemaduras de la piel pueden aliviarse mediante un mayor consumo de agua durante su momento de regeneración. Esto hace que el cuerpo esté más hidratado y la piel vuelva a la normalidad rápidamente.
- Aplicación de cremas: En el momento en el que la piel comience a ponerse roja, se pueden aplicar cremas como aloe vera o calamina para calmar y aliviar las molestias. Como consejo, enfriar las cremas en la nevera puede ayudar a una mejor sensación y resultados.
- Protegerse del sol: Con las quemaduras a flor de piel, conviene evitar tomar el sol de forma directa hasta su recuperación.
- Tratamiento de la piel descamada: En caso de que la piel se descame, conviene continuar aplicando crema hidratante y evitar tomar el sol directamente.
- Refrescar la piel: Además de hidratar el cuerpo, también hay que hidratar la propia piel. Para ello, conviene aplicar sobre la piel afectada, varias veces al día durante 10 minutos, una toalla limpia y humedecida con agua fresca. En caso de tomarse un baño en casa, es recomendable hacerlo en agua con bicarbonato de sodio para calmar la piel.
- Cuidado con las ampollas: Además de las quemaduras en la piel, exponerse al sol durante un tiempo prolongado sin hacer uso de una crema solar puede crear ampollas. Éstas pueden romperse, por lo que en caso de que eso suceda hay que limpiar con mucho cuidado y delicadeza el área afectada con un jabón suave y agua. Una vez limpia, es recomendable aplicar un antibiótico en forma de crema y tapar con una venda antiadherente hasta que la zona se recupere por completo.
Todos estos consejos pueden ayudar a aliviar los dolores y molestias provocados por el sol, pero lo óptimo es prevenir directamente las quemaduras con la aplicación de una crema solar de alto nivel de protección. En caso de que las quemaduras vengan con síntomas más graves, también es recomendable hablar con un dermatólogo.