Actualizado hace 9 minutos
Para la primavera oficial apenas faltan unos días y con ella se abre una nueva etapa en la vida de nuestras mascotas. Los días más largos, el aumento de las temperaturas y el fin del aletargamiento invernal supone nuevos desafíos en el cuidado de los perros y gatos como los que convivimos. Unos serán relativos a cambios en sus cuerpos, perderá el pelo de invierno para estrenar el de verano, y su salud, atención a las alergias y a los parásitos; otros tendrán que ver con la alimentación, más ejercicio necesita más energía, y con el agua, más calor y más actividad le harán beber más.
Por este motivo, ofrecemos aquí una serie de consejos para cuidar de su bienestar y prevenir cualquier tipo de problema o de susto que nos amargue la temporada. En cualquier caso, para este tipo de cuestiones o dudas, una visita al veterinario siempre resulta oportuna.

Un perro se prepara para exploirar un campo florecido en primavera.
Protección contra los parásitos
Con la llegada de la primavera, las temperaturas empiezan a ser más templadas y la vida vuelve a resurgir. Y entre los bichos que aparecen con renovado entusiasmo se encuentran con los parásitos habituales: pulgas, garrapatas y mosquitos (no son parásitos pero sí un vector de trasmisión de algunas enfermedades, como la leishmaniosis). Por ello es necesario, además de la habitual desparasitación interna que se mantiene todo el año, aplicar alguna medida antiparasitaria externa como pueden ser collares, espray o pipetas. Incluso hay algunos comprimidos masticables contra parásitos externos. Una vez más, tu veterinario de confianza será quien aconseje el método o la combinación de métodos más adecuada para tu perro o gato.
Cuidar la piel y el pelaje
Con el cambio de estación, con el paso del invierno a la primavera es importante prestar atención al cuidado de la piel y el pelaje de perros y gatos. Es en este momento cuando comienza a mudar, dándose una gran pérdida de pelo y, además, resecándose la piel. Por este motivo es imprescindible cepillar con asiduidad a los animales para eliminar el pelo muerto. Además es un buen momento de aplicar aceites hidratantes para la piel. De esta manera la piel y el manto se conservarán sana e hidratados. Además, en este periodo la alimentación vuelve a ser crucial, ya que se le pueden añadir alimentos o suplementos de ácidos grasos omega 3 y 6. El salmón es una buena alternativa.

Un gato explora un árbol recién florecido.
Prevenir posibles alergias
Cualquier humano sabe que la primavera es la temporada alta de las alergias para los humanos. El polen ambiental, el polvo y otros alérgenos circulan mucho y además de afectarnos también puede dar problemas a nuestras mascotas con síntomas muy parecidos como picazón, estornudos y enrojecimiento en la piel. Para ayudarles, y ayudarnos, a aliviar los síntomas es importante mantener la casa limpia, pasando el aspirador con regularidad, lavando la cama con cierta frecuencia. Si cuentas con sistemas de ventilación o aire acondicionado, un filtro será necesario. Si los síntomas persisten, consulta con tu veterinario, quien podrá recomendarte tratamientos específicos para tu mascota.
Como medida complementaria, en su comida se pueden incorporar alimentos ricos en antioxidantes que le ayuden a fortalecer su sistema inmunológico y protegerlo de reacciones alérgicas.
Ajustar su dieta
Tras comprobar los puntos anteriores se hace patente que una parte de este esfuerzo por proteger a nuestros compañeros de casa pasa por la alimentación. Se trata de hacer los ajustes necesarios para que sea la más adecuada para esta época. Con el buen tiempo, y en verano con las vacaciones, nuestro perro, y nuestro gato si es de los que salen de casa a explorar, se va a mostrar mas activo. Los paseos pueden ser más largos y las actividades al aire libre durar más que durante el invierno, por lo que habrá que ajustar la cantidad de comida. Cuanto más ejercicio haga necesitará más energía, por lo que habrá que proporcionarle una dieta equilibrada rica en proteínas y baja en grasas saturadas. Una vez más, consulta con el veterinario para que marque algunas pautas básicas.
Hidratación adecuada
En el mismo campo de la alimentación, en esta estación las temperaturas aumentan, por lo que es esencial que las mascotas se mantengan bien hidratadas. Además presta atención a que los bebederos tengan siempre agua fresca para que puedan beber a demanda, es importante incluir alimentos húmedos en su dieta, que les resultarán más agradables que los secos.
Aumentar la actividad física
La primavera es una explosión de vida y de energía a la que no son ajenos nuestras mascotas. Por ello, para poder soltarla, necesitan una mayor cantidad de actividad física, de salir de casa para moverse y para explorar. Salir a pasear más a menudo, jugar al aire libre y hacer ejercicio le ayudará a quemar energía y a mantenerse en forma. Además también le ayudará a ejercitar la mente, por lo que explorar nuevos lugares y practicar ejercicios de todo tipo le resultarán atractivos.
Seguridad al aire libre
En estas salidas hay que estar especialmente atentos a la seguridad de nuestras mascotas. La explosión primaveral afecta a todos y son muchos los peligros que pueden aparecer. Como ejemplo , el primer aviso es la aparición de la oruga procesionaria. Tras ellas pueden parecer otros seres como las víboras que salen del letargo invernal o plantas que les resulten tóxicas. A ello se unen posibles productos químicos para tratar las plantas.
Viajes seguros
Con la llegada del buen tiempo los planes cambian y la tentación de coger el coche para hacer excursiones aumentan considerablemente. Transportar a tu mascota de forma adecuada es crucial para su bienestar y para la seguridad de todos. Lo ideal es utilizar un trasportín, jaula o arnés de seguridad diseñado específicamente para mascotas, asegurándose de que estén correctamente sujetos en el asiento trasero del vehículo. Además, hay que proporcionales ventilación y agua durante el viaje, haciendo paradas frecuentes para que pueda estirar las patas y hacer sus necesidades. Y jamás se le debe dejar sola en el coche, menos aún al sol y con las ventanillas cerradas.