Donostia – El británico Simon Yates (BikeExchange-Jayco), que se impuso el lunes pasado en la Clásica de Ordizia y que mañana disputará la Clásica de Donostia, logró ayer la victoria final en la XXXVI Vuelta ciclista Internacional a Castilla y León al ganar la segunda y última etapa, con salida y llegada en la localidad salmantina de Guijuelo.
Yates, de 29 años y que en 2018 se impuso en la Vuelta a España, asestó el golpe definitivo a la etapa y a la carrera en la subida al Alto de los Santos, a poco más de 20 kilómetros para la línea de meta, sabiendo conseguir una renta en torno al minuto para sumar a su palmarés un nuevo triunfo.
Tan solo el neozelandés George Bennet (UAE) fue capaz de plantarle cara en una persecución infructuosa que solo le sirvió para conquistar el segundo escalón en el podio, al lograr escaparse del estadounidense Sean Bennet (China Glory), que le acompañó inicialmente en la fuga pero que acabó desistiendo.
Por detrás, el pelotón se convirtió en un rosario de corredores, con los más fuertes entrando en las posiciones cabeceras, entre ellos el italiano Vincenzo Nibali (Astana), que, al igual que ocurriera en la primera etapa con final en Morales del Vino (Zamora), también se dejó ver en las últimas escapadas pero sin resultado positivo.
El líder de la carrera tras su triunfo en la primera etapa, el también italiano Giacomo Nizzolo, nunca estuvo en condiciones de defender su privilegiada condición, consciente sin duda del poderío de otros rivales, como el que a la postre ha sido el vencedor final.
En la clasificación de la montaña se llevó el triunfo David González (Caja Rural), mientras que en las metas volantes la victoria fue para el británico Daniel McLay (Arkea).
Yates toma el testigo del francés Matis Louvel (Arkea), demuestra el favoritismo con el que llegaba a la ronda castellano y leonesa y se postula como uno de los candidatos de cara a la Vuelta Ciclista a España, que comienza el 19 de agosto en Utrecht (Países Bajos) con una contrarreloj por equipos.
Tour femenino
La neerlandesa Lorena Wiebes (DSM) se llevó ayer el triunfo en la accidentada quinta etapa del Tour de Francia femenino –su segunda victoria parcial–, tras superar a sus competidoras en el esprint final, aunque su compatriota Marianne Vos (Jumbo-Visma), que acabó tercera, aumenta su ventaja como líder de la carrera.
Wiebes, que viste el maillot verde de la regularidad y ya ganó la etapa inaugural, completó el recorrido entre Bar-le-Duc y Saint-Dié-des-Vosges, la etapa más larga de la edición, con 175,6 kilómetros, en 4 horas, 32 minutos y 16 segundos, y encabezando un nutrido grupo de perseguidoras alejadas del pelotón en el que la italiana Elisa Balsamo (Trek-Segafredo) fue segunda, y Vos, tercera.
La carrera estuvo marcada, además, por varias caídas, de las que la primera, que tuvo lugar a 45 kilómetros de meta, fue la más grave, ya que se vio implicado medio pelotón, incluidas Sheyla Gutiérrez, que salió ilesa, y su compañera en el equipo Movistar la noruega Emma Nordsgaard, que tuvo que abandonar.
Vos aventaja ahora en 20 segundos a sus más inmediatas perseguidoras, la italiana Silvia Persico (Valcar) y la polaca Katarzyna Niewiadoma (Canyon), en la general. – N.G.