La maratoniana fase regular de la Euroliga camina hacia su ecuador y el Cazoo Baskonia, como es lógico, aspira a prolongar su estado de gracia. Desde el pasado 25 de noviembre cuando cayera en su visita al Palau Blaugrana ante el Barça, el enrachado conjunto vitoriano permanece imbatido y ha encadenado la friolera de ocho victorias consecutivas que le mantienen muy cerca del liderato, tanto en la ACB como en la máxima competición continental.
Lo cierto es que los pupilos de Joan Peñarroya no quieren bajarse de la nube en la que se encuentran subidos y seguir confirmando así su candidatura en todos los frentes. Pues bien, esta noche aterriza en el Buesa Arena una inmejorable piedra de toque como la Virtus Bolonia, un histórico del baloncesto italiano que hace más de dos décadas se convirtió en el verdugo azulgrana en la primera final de la nueva Euroliga y que en la actualidad trata de reverdecer viejos laureles de la mano del, posiblemente, mejor estratega de Europa: Sergio Scariolo.
El técnico de Brescia es la auténtica estrella del cuadro transalpino pese a que en él habitan jugadores de indudable renombre. Sus sonados éxitos al frente de la selección española han engrandecido la figura de un entrenador que en Vitoria es muy respetado pese a que en su segunda etapa durante la campaña 2013-14 no obtuvo buenos resultados con una plantilla que, por otro lado, tampoco fue de las mejores en la historia de la entidad del Buesa Arena.
La simple presencia de Scariolo en el banquillo visitante concede un gran atractivo e incluso morbo a la velada de esta noche, donde por otro lado Peñarroya querrá seguir demostrando que no tiene nada que envidiar a los grandes entrenadores del baloncesto continental.
El de Terrassa, que ya ha resultado ganador en sus duelos ante Obradovic, Messina, Ataman o Itoudis, es el principal responsable del álgido momento de forma que atraviesa el Baskonia. El alavés es un conjunto arrebatador, vistoso y que engancha con una propuesta tan atractiva para el espectador como práctica para la consecución de resultados.
Presenciar hoy en día las evoluciones de los Thompson, Howard, Henry, Hommes y compañía supone una auténtica delicia para los paladares más exigentes. Pues bien, el dinamismo azulgrana rivalizará esta noche con el baloncesto extremadamente táctico de la Virtus, un visitante muy peligroso y que ya se ha impuesto a domicilio al Real Madrid y Armani Milán. Por ejemplo, viene de hincar el diente al Maccabi tras un partido al que le dio la vuelta en los compases finales gracias a una providencial defensa de caja y uno sobre Lorenzo Brown que colapsó el ataque israelí.
Además, basta repasar el prestigioso elenco de nombres que pueblan el plantel boloñés para cerciorarse de la dificultad del choque. Pese a los problemas físicos de Hackett y Mickey, que son duda para jugar en el Buesa Arena, el rival del Baskonia atesora un arsenal envidiable, sobre todo en el juego exterior.
Prueba de los interminables recursos en manos de Scariolo es que Mannion y Belinelli –con pasado en la NBA– apenas disponen de minutos en la rotación. De hecho, algunos jugadores del seleccionador español ya fueron seguidos por la secretaría técnica baskonista, léase Lundberg, Cordinier o Bako. Además, cuenta con ese rebelde verso libre llamado Teodosic, que en sus mejores noches puede destrozar a cualquiera a golpe de talento.
En definitiva, un partido de la máxima exigencia para este Baskonia que ya dispone de un pequeño colchón de dos victorias sobre el noveno cuando la Euroliga todavía no ha alcanzado su ecuador. Sin embargo, todo el mundo ha interiorizado que las curvas llegarán en algún instante.