“Sin mujeres emprendedoras, se frena el progreso económico”

María Saiz, presidenta del Observatorio Vasco del Emprendimiento (OVE), doctora en Economía y Empresa, ha dedicado su carrera a la investigación y al impulso del emprendimiento, un ámbito que considera esencial, especialmente en tiempos de cambio como los actuales.

¿Qué conclusiones saca del último estudio del OVE? 

La tasa de emprendimiento se ha mantenido en un 5-6% en los últimos 20 años, lo que indica que 5% de los vascos decide emprender cada año en Euskadi. Lo que sí ha cambiado es el perfil de la persona emprendedora, especialmente en términos de género. Al inicio del estudio, en 2004, existía una importante brecha de género, con un 8% de hombres y menos del 3% de mujeres emprendiendo. Hoy, hemos alcanzado prácticamente la igualdad en cuanto a la cantidad de personas que emprenden.

Sin embargo, en sectores tecnológicos esa igualdad parece algo más lejana. ¿Dónde está la clave para reducir esta brecha?

El cambio debe empezar en la educación. Las mujeres suelen emprender en sectores menos innovadores, en parte porque desde jóvenes se orientan a estudios menos tecnológicos. La falta de referentes en sectores STEM se debe trabajar desde la educación, y también en casa. Es una labor a largo plazo, pero esencial para tener más mujeres en ámbitos innovadores.

¿Hacen falta más referentes femeninos en el emprendimiento?

Por supuesto. No tener referentes hace que sea difícil imaginarse en ese camino. De hecho, solo una de cada tres mujeres conoce a una persona emprendedora. Los medios de comunicación pueden jugarun papel importante para visibilizar a mujeres empresarias e inspirar a futuras generaciones.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan las mujeres?

Las mujeres emprenden con menos recursos financieros que los hombres y tienen menor formación en emprendimiento y finanzas. También persisten grandes diferencias en el uso de tecnología y en la innovación. Muchas mujeres creen que pueden emprender sin digitalizarse, lo cual es preocupante.

¿Qué aporta una mayor presencia femenina en el ecosistema emprendedor de Euskal Herria?

Aporta talento. No podemos permitirnos perder la mitad del talento porque eso significa perder oportunidades para crecer económicamente, generar de empleo y construir un futuro mejor. No tiene sentido limitar el emprendimiento por razón de género, especialmente cuando hay países extranjeros están atrayendo el talento que nosotros formamos.

¿Qué papel juegan las redes de apoyo y asociaciones de mujeres emprendedoras como Emakumeekin?

Son esenciales. No solo visibilizan a mujeres en el ecosistema emprendedor, sino que también eliminan la soledad del emprendimiento, que puede ser muy difícil de sobrellevar. Además, estas redes permiten crear comunidad y ofrece un espacio seguro para compartir y hacer crecer sus proyectos.

¿Qué importancia tiene el Día de la Mujer Emprendedora?

Para mí, es una fecha muy significativa. Este día permite visibilizar el talento femenino y fomentar el asociacionismo. Euskadi tiene un ecosistema emprendedor fuerte, y este día muestra que aquí hay oportunidades para las mujeres que quieren emprender.

¿Qué cualidades cree que debe tener una mujer emprendedora?

Hay que tener una gran preparación y conocer el sector en el que se va a emprender. Actualmente, las mujeres estamos muy formadas; solo nos falta creérnoslo. También es importante saber rodearse de personas expertas en aquellas áreas que una no domina. Emprender no consiste en ser una mujer orquesta, sino de contar con el apoyo adecuado en cada área para asegurar el éxito del proyecto.

¿Cómo ve el futuro del emprendimiento femenino en Euskal Herria?

Lo vislumbro de manera positiva porque tengo una visión privilegiada de lo que ocurre en las aulas. Cada vez hay más mujeres en sectores técnicos, lo que les ayudara para que su proyecto tenga éxito. Sin embargo, queda mucho por hacer. La hipocresía social y familiar no la soluciona el aula, hay que hacerlo en la familia. Más importante que cualquier política es la decisión de qué regalar a los hijos y a qué clases extraescolares apuntarles. Ahí está la clave.