En los años 80 tuvo cierto éxito una comedia titulada Tres solteros y un biberón. Los protagonistas de esta otra historia son cuatro padres y un grupo de rock. En la película los solteros no se arreglaban muy bien con el biberón. Los protagonistas de este reportaje, en cambio, lo bordan con la guitarra, el bajo y la batería. No en vano, llevan casi toda la vida haciendo rock. Desde antes de que se rodara la mencionada película. En su día se alejaron de los escenarios para dar el biberón a sus hijos, pero han vuelto. El año pasado pusieron en marcha el grupo Sin Perdón. El viernes, a las 19.30, tocarán en el bar Karibe Zaharra de Legazpi.
El grupo Sin Perdón lo forman el guitarrista y cantante Javier Merino, el guitarrista Txusi Hospital, el bajista Jesús Badías y el batería y cantante Xabier Muga.
Los cuatro comenzaron a tocar siendo muy jóvenes y han formado parte de infinidad de proyectos. Hospital aprendió a tocar la guitarra con 14 años. “Aprendí con mi amigo Bruce. He tocado en los grupos Ave Rock, Alien, Esfuerzo Muscular, Palmer, De Deukans y Latido. He tocado de todo: pop, rock, heavy metal... Acepto todos los estilos. Escucho casi de todo y lo que más me gusta es crear. Hacer cosas nuevas”, explica.
Badías es aragonés, de Aínsa, pero lleva más de 20 años en Legazpi. “Aprendí a tocar el bajo por mi cuenta. En el pueblo teníamos un grupo, pero no era una cosa muy seria. Hace dos años me llamó Txusi y me propuso tocar en el grupo que estaban formando. Nuestras hijas son amigas íntimas y Txusi y yo hemos pasado muchas horas juntos en el parque”.
Hospital da más detalles del fichaje de Badías. “Desde que tenemos 15 años, siempre que Javi, Xabi y yo hemos tocado juntos lo hemos hecho con el bajista Iñaki Azkarate. Pero hoy en día vive en Irun. Cuando creamos Sin Perdón, necesitábamos un bajista y pensé en Jesús. Le conocía bien y sabía que se arreglaría bien con nosotros. Tenemos muy buen ambiente y eso se nota”.
Muga también ha formado parte de muchos proyectos: los grupos de música punk Familia Feliz y Residuos, el grupo pop Le Pendu, el grupo de punk-rock Muchachoides... “Txusi y yo tenemos estudios de música en nuestras casas. Creamos las canciones y después pasan el filtro de Javier”, explica. Merino comenta que en todos los proyectos cada persona debe tener su función. “En nuestro caso, fue Txusi el que se empeñó en volver a crear un grupo. Se pasó cinco años diciendo que teníamos que volver a tocar. Yo le decía que mis hijos todavía eran pequeños. Hace dos años, por fin le dije que sí. Y nos metimos de lleno en ello”.
Dos discos y dos vídeos
Lleva muchos años tocando con Hospital y Muga: en el grupo Alien, en De Deukans... “Después, tuvimos que dar prioridad al trabajo y a la familia. Pero hoy en día tenemos más tiempo, tenemos las casas casi pagadas... y hemos decidido volver al rock and roll. Y con más fuerza que nunca”. De hecho, ya han grabado dos discos, han hecho dos vídeos y tienen en mente hacer otros dos. De los vídeos se encarga la hija de Muga, pues está estudiando Imagen y Sonido.
¿Qué impulsa a cuatro padres de familia de más de 50 años a poner en marcha una banda de rock? “En un grupo de rock el ambiente tiene que ser bueno y nosotros nos conocemos desde hace mucho. Sabíamos que saldría bien. Lo pasamos en grande. Los sábados desayunamos juntos, después vamos a ensayar, a las 12.00 paramos para comer la tortilla que hemos llevado de casa... Entre semana quedamos otras dos veces. Y siempre llegamos puntuales. Nadie ha llegado tarde nunca. Gracias a eso, tenemos sonido propio. Tenemos tres versiones y en las tres se nota que la tocamos nosotros. Las tres versiones son Buena chica, de Los Secretos; Angelitos negros, de Antonio Machín; y Un velero llamado libertad, de José Luis Perales. Aunque parezca mentira, logramos hacer rock and roll con esas tres canciones”. El viernes lo demostrarán en el bar Karibe Zaharra de Legazpi.