Las autoridades francesas realizaron los pasados 22, 23 y 24 de abril una nueva búsqueda con el objetivo de encontrar el cuerpo de Jose Miguel Etxeberria Alvarez 'Naparra', desaparecido el 11 de junio de 1980 y cuyo secuestro y muerte reivindicó el Batallón Vasco Español. La búsqueda no dio resultados.
Estos nuevos trabajos se han realizado en el segundo punto de posible enterramiento señalado por el forense Paco Etxeberria en un informe pericial presentado en agosto de 2016 al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que "fue determinante" para que decidiera "la reapertura del caso, sobreseído en 2004, y la emisión de una primera comisión rogatoria".
Así lo han dado a conocer este viernes en rueda de prensa Eneko Etxeberria, hermano de Jose Miguel Etxeberria Alvarez 'Naparra', e Iñaki Egaña, investigador e historiador.
Eneko Etxeberria ha explicado que la familia se encuentra "en un momento de incertidumbre" a la espera de conocer el informe que remitan las autoridades francesas al juez Ismael Moreno y la decisión que este tome respecto al caso. Ha reconocido que la familia iba "un poco pesimista" a esta nueva búsqueda pero "esperanzas sí teníamos". "El terreno es bastante amplio, a lo mejor se ha podido dejar sin mirar en algún sitio", ha planteado, para añadir que "la sensación es que son unas cosas que se nos escapan de nuestras manos y que hay gente que por ahí que sepa". "Cuarenta y cuatro años pesan y yo a mi hijo no tengo por qué dejarle esta mochila", ha expresado.
En este sentido, ha reclamado "la derogación de la franquista Ley de Secretos Oficiales de 1968 y su sustitución por una que esté acorde a los estándares internacionales oficiales sin ningún tipo de ambages".
Egaña ha opinado que hay "algunas cuestiones" en este informe que "probablemente salgan fuera" de la excavación relativos a las características del terreno y "una gran inundación que hubo en los años 80". Según ha explicado, cabe la posibilidad de que el caso vuelva a archivarse y "si hay alguna noticia nueva", se vuelva a abrir.
En un comunicado, han explicado que, "tras seis años de demora, el pasado día 22 de abril las autoridades francesas procedieron a cumplir la segunda comisión rogatoria emitida por el Juzgado de Instrucción nº2 de la Audiencia Nacional" en la que su titular, Ismael Moreno, "instaba a proceder a la realización de las labores de búsqueda necesarias en una arboleda situada entre las localidades landesas de Brocas y Labrit, siguiendo las indicaciones que en su día proporcionó un supuesto exagente del CESID".
En este sentido, han recordado que el forense Paco Etxeberria presentó al juez Moreno un informe pericial en agosto de 2016 "donde identificaba dos posibles lugares de enterramiento" que "fue determinante" para que decidiera "la reapertura del caso, sobreseído en 2004, y la emisión de una primera comisión rogatoria". El 4 de abril de 2017 se llevaron a cabo los trabajos de búsqueda en una de las dos zonas señaladas en el informe por determinación de las autoridades francesas.
Siete años después, se ha realizado una nueva búsqueda, esta vez en el segundo punto señalado con un resultado "negativo". La búsqueda comenzó a las 9:00 del 22 de abril y se prolongó durante los días 23 y 24. Fue realizada por una unidad del ejército francés bajo la dirección de la Gendarmería francesa, utilizando medios tecnológicos de rastreo y detección junto con una pala excavadora.
A las 18:00 del día 24 de abril, las autoridades francesas dieron por concluidos sus trabajos de búsqueda, hecho que fue comunicado a la familia por el coronel de la Gendarmería francesa, quien les hizo saber que "procederían a realizar el informe oficial detallando el trabajo realizado y que sería remitido a la Audiencia Nacional para su conocimiento".
En las labores estuvieron presentes Eneko Etxeberria, representante de la familia del desaparecido, el forense Paco Etxeberria y el abogado de la familia Íñigo Iruin.
En el transcurso de los trabajos se excavó una zona de unos 1.200 metros cuadrados y se peinó con los detectores una superficie aún mayor. "Como consecuencia de los lógicos cambios producidos en el bosque en el largo tiempo transcurrido desde la desaparición de José Miguel Etxeberria, es difícil precisar el lugar exacto donde se pudieran encontrar los restos, ya que las indicaciones y referencias de que se disponían no han servido para concretarlo", explican.