EL Enyaq iV, SUV 100% eléctrico de Škoda, va a estrenar en marzo una sugestiva factura Coupé de zaga afilada. Los concesionarios de la firma checa del grupo Volkswagen ya aceptan pedidos de esta secuela, considerablemente más vistosa y casi tan práctica, del minoritario crossover a pilas. La esbelta declinación formal oferta cinco versiones, resultado de combinar dos tipos de batería y cuatro niveles de rendimiento, de 180 a 300 CV; la fórmula más eficiente augura una autonomía máxima de 553 km (homologación WLTP), y la más asequible reclama 53.200 euros.
Esta segunda silueta con hechura cupé transforma radicalmente el estilo del modelo, procurando un dinamismo y una elegancia superiores a las del primer envase. La táctica de diversificar la gama de un vehículo disociando su oferta de carrocerías no es nueva. La cultivan con éxito marcas como Audi, que apunta a un público más joven con las propuestas Sportback de sus modelos, en especial de los SUV. Škoda aplica esa misma receta en el Enyaq iV, al estilizar su figura para originar la derivada Coupé.
La reinterpretación respeta casi todas las líneas maestras de su diseño, reconocible por detalles tan singulares y sofisticados como la parrilla frontal, denominada Crystal Face, iluminada con 131 luces led; Škoda la oferta en dos colores, combinada con siete tonos de pintura metalizada. El Enyaq Coupé iV, que instala un espectacular techo completamente acristalado, hace honor a su denominación introduciendo modificaciones sustanciales en la popa. El perfil cambia a partir de la vertical del eje trasero. En ese punto el techo emprende un declive, para transformar el portón vertical de la versión inicial en una quinta puerta suavemente acostada, mejorando así la aerodinámica. La intervención procura una dosis extra de prestancia y deportividad al vehículo, asumiendo el riesgo de menoscabar su sentido práctico.
En este caso, el tributo a la estética es mínimo, y se puede afrontar sin temer las consecuencias. Solo quienes necesiten un gran volumen de carga con proporciones regulares echarán de menos el cofre portaequipaje de la carrocería original; el del Coupé ofrece 570 litros, apenas 15 menos. La habitabilidad de la cabina es prácticamente idéntica, y la inclinación del parabrisas posterior no genera una especial sensación de agobio; únicamente las personas más altas acusarán la merma de algunos centímetros entre la banqueta trasera y el techo.
También se repiten el diseño y la ambientación interior, cuyo esmero resulta acorde al desembolso exigido por el producto: entre 53.200 y 64.600 euros, en función de la motorización y el acabado. El menú plantea puestas en escena específicas para cada interpretación del Enyaq Coupé iV, poniendo un énfasis especial en las deportivas RS. Asimismo, propone paquetes opcionales para personalizar el vehículo y enriquecer sus abundantes dotaciones de serie.