La corriente slow beauty ha llegado para quedarse, sobre todo después de estos últimos años en los que hemos aprendido a cuidarnos y dedicarnos todo el tiempo que necesitamos para alcanzar el bienestar interno.
La slow beauty se alinea con los principios de la slow food, la slow fashion o el slow tourism. En este sentido, se basa en promover una filosofía de belleza conectada con el medioambiente usando productos más sostenibles y también conectados con uno mismo, tomándonos un momento de pausa, cambiando hábitos y saboreando y viviendo cada momento acorde a nuestros valores. La marca de cosmética natural Kneipp aporta una serie de consejos para este nuevo concepto de belleza sin prisas.
Consejos para introducir el slow beauty en tu rutina de belleza
-Tener presentes tus necesidades. La marca de cosmética natural Kneipp señala que debemos aprender y comprender que algunos ingredientes pueden dañar nuestra piel y nuestro medioambiente. Por eso, la idea se basa en simplificar nuestras rutinas de belleza y utilizar solo lo esencial, lo que implica evitar todos los productos petroquímicos, procesados y con colorantes, conservantes químicos, alcoholes y contaminantes.
- Prevenir en lugar de curar. La slow beauty también nos alienta a utilizar cosméticos que nos protejan de los posibles daños cutáneos que se pueden producir a lo largo de nuestra vida, como el envejecimiento prematuro. Por eso, nos invita a utilizar a diario cosméticos respetuosos con nuestra piel y que la cuiden en profundidad y la hidraten de forma natural.
- Reemplaza poco a poco tus productos habituales. Gradualmente es imprescindible reemplazarlos por aquellos que contienen ingredientes naturales como la manteca de karité o el aceite de aguacate en el caso de los bálsamos labiales. Además, aportan un cuidado prolongado 100% natural que potencia la belleza real de tus labios consiguiendo un bonito aspecto natural.
- Resetea tu piel. Al optar por el uso de cosméticos naturales, las técnicas basadas en la slow beauty hacen un reset a nuestra piel y la liberan de las toxinas derivadas de los productos plagados de químicos.
- Rutina de belleza simplificada. Al confiar en la eficacia de productos más naturales y conocer sus efectos en tu piel, consigues simplificar tu rutina de belleza y hacerla más práctica sin tener que estar probando diferentes cosméticos continuamente.
En definitiva, la slow beauty es un proceso gradual de adaptación por el que cambiar ciertos hábitos que tendrán un efecto en nosotros mismos, en nuestro bienestar y en el cuidado de nuestra piel, pero también en el medioambiente.