Sobre ruedas, por Marco Rodrigo: el duelo que no llega

Groenewegen y Jakobsen no han coincidido en un esprint desde el accidente de Polonia. Los números son increíbles

No es necesario pararse a recordar con detalle lo sucedido en el esprint de aquella etapa del Tour de Polonia, en agosto de 2020. Groenewegen cerró a Jakobsen contra las vallas, estas cedieron y la caída posterior nos hizo temer el peor desenlace posible respecto al velocista del Quick-Step, hoy milagrosamente recuperado. La maniobra del propio Groenewegen fue objeto de críticas y de declaraciones altisonantes, con directores y ciclistas del citado equipo belga como principales exponentes: el patrón Lefevère amagó con trasladar el asunto a la justicia ordinaria, más allá de la deportiva, mientras Remco Evenepoel llegó a recomendar públicamente que el pelotón no dirigiera la palabra al causante del accidente, una vez pudiera volver a competir. Lo primero no se cumplió nunca. Sobre lo segundo habría que preguntar al protagonista, pero no parece que esté sufriendo el vacío con el que algunos quisieron penalizarle.

una reunión

A Groenewegen le cayeron nueve meses de sanción, tiempo durante el que, con los ánimos más calmados a nivel general, un día se avivó la polémica. Jakobsen había rehusado hablar y reunirse con él a lo largo de sus primeras semanas de convalecencia. Pero una vez que se vio preparado, accedió a escuchar explicaciones en persona. Los dos esprinters se juntaron en un hotel de Ámsterdam. Y el encuentro trascendió meses después al ser revelado por uno de sus participantes. ¿Por cuál? Por Groenewegen, cosa que no gustó a Jakobsen. "Se suponía que el contenido de esa reunión sería confidencial. Me decepciona que Dylan haya hablado públicamente de ella. Yo no lo haré. Sin embargo, me gustaría dejar las cosas claras: Dylan no ha ofrecido una disculpa personal y no ha mostrado voluntad de asumir ninguna responsabilidad por sus acciones".

cifras

Así de raro estaba el asunto hace un año, cuando Jakobsen acababa de reaparecer tras la lesión y Groenewegen estaba a punto de hacerlo tras su sanción. La polémica quedaba servida para las primeras ocasiones en que ambos coincidieran en una prueba. Sin embargo, el resultado de los 18 días de competición que han compartido desde entonces no ha satisfecho en ningún caso a los amantes del morbo. Se han dado oportunidades de todos los colores: esprints, victorias de uno, triunfos del otro... Pero nadie ha podido sacar todavía la foto de ambos peleando mano a mano en una llegada para velocistas, lo cual tiene tela. ¿Un ejemplo? En las cinco etapas del Tour de Valonia 2021, el pasado julio, se repartieron los éxitos: dos cada uno. Cuando ganó Jakobsen, Groenewegen fue 15º y 83º. Cuando ganó Groenewegen, Jakobsen fue 21º y 115º.

ni en hungría

Algo parecido sucedió hace un par de meses en la París-Niza. Segunda etapa: victoria de Jakobsen y 121º puesto de Groenewegen. Sin embargo, la lógica dice que, tarde o temprano, asistiremos al duelo entre neerlandeses. A comienzos de la presente semana, la Vuelta a Hungría que arrancó el miércoles se antojaba como una oportunidad inmejorable, por el perfil de las etapas y por el nivel de los participantes, pero de momento llevamos ya dos intentos fallidos. Nuestros amigos no estuvieron precisamente finos en la llegada masiva del primer día. Ayer, mientras, los abanicos eliminaron antes de tiempo al ciclista del BikeExchange, quien ya en meta recibiría la noticia del triunfo de su compatriota. Nos quedan las jornadas de hoy y de mañana para aguardar esa batalla que no llega y de la que, si de grandes vueltas hablamos, podríamos disfrutar en el Tour de Francia. Ambos lo tienen en el calendario. 

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