Sobrevivir a Punxsutawney

Donostia – Olatz Arrizabalaga y Andrea Capellán sobrevivieron al déjà vu en la final del Torneo Hiru Hiriburuak de mano femenina disputada ayer en un abarrotado frontón Atano III de Donostia. La vizcaina y la riojana fueron superiores, mas los errores estuvieron a punto de costarles un susto. Tumbaron a Amaia Alday y Nora Mendizabal, que se aprovecharon de los balones de oxígeno de sus contrincantes y se metieron en el partido a pesar de verse con el marcador muy desnivelado. Aun así, las vencedoras, contundentes en los momentos de zozobra, sufrieron para alcanzar el Olimpo. La delantera de Gernika lideró la pareja en el tramo final y bien valió el cetro.

Arrizabalaga aterrizó en el frontón Atano III de Donostia con las ideas claras: retorcer los cuadros alegres para borrar del panorama a Amaia Alday, campeona del Cuatro y Medio. Ambición. En el primer tanto, duro, la vizcaina terminó con una parada al txoko. Marca de la casa. Aquí estoy yo. Continuó la fiesta la zaguera de Santo Domingo de la Calzada con una cortada sobre la chapa, trazada desde el cinco con maestría y velocidad. Igualaron las coloradas con dos errores seguidos de sus rivales.

La igualada se rompió con un fallo de Alday al recoger una carambola de Capellán. La gernikarra y la riojana no tuvieron piedad. Olatz abrió brecha con una cortada. Nora Mendizabal erró dos pelotas consecutivas con la derecha. La de Andoain llevaba un partido sin mácula hasta ese instante. Brecha abierta. 2-6.

Los errores azules, de nuevo, volvieron a meter a Alday y Mendizabal en el ajo. Además, la campeona del acotado, con un saque venenoso, aliñó el peor tramo de juego de Olatz y Capellán. Demasiados fallos. Una pizca de pimienta. Duró un pestañeo. La delantera de Dima tiró una parada al txoko y las dudas emergieron con el gerriko colorado en la cintura. Arrizabalaga encontró el camino con una cortada y un saque. 8-12. Y llegó el recuerdo. Bienvenidos a Punxsutawney. El día de la marmota. Atrapadas en el tiempo. Los yerros azules volvieron a ajustar el resultado. La sensación era de más autoridad.

El 11-12 fue una barrera psicológica. Se contaban ya 197 pelotazos a buena cuando Mendizabal golpeó la chapa superior del Atano III. Fue entonces cuando apareció la mejor versión de Arrizabalaga. La gernikarra sumó cuatro tantos consecutivos. Todo bien. Capellán se unió con una dejadita.

Alday maquilló con un saque y dos pelotazos largos. 15-19. Rompió la dinámica Olatz con una parada al txoko. El 15-21 fue una obra de arte. Capellán trazó una dejada en la punta desde el cuatro que dejó clavada a la siempre veloz Alday. La final se zanjó con una cortada desde el ancho de Arrizabalaga.