LOS últimos días han sido ajetreados, pero felices y afortunados para el presidente de la Sociedad Ciclista Amorebieta. A Rubén Manzanedo, en el cargo desde marzo de 2022, se le han acumulado las llamadas telefónicas y las tareas con vistas a la jornada de hoy, marcada en rojo en el pueblo. Zornotza será testigo de excepción de la salida de la tercera etapa del mastodóntico Tour de Francia. Con todo lo que ello conlleva. La ronda gala, con un mayúsculo impacto internacional a todos los niveles, parte esta mañana de un lugar en el que la Sociedad Ciclista Amorebieta, cuya evolución conoce a la perfección el exdirectivo Santos Ormaetxea, al pie del cañón entre 1981 y 2016, echó raíces en 1948.
Fue entonces cuando se fundó, sin ánimo de lucro y con el trabajo de cantera como preciada seña de identidad, una institución que puede presumir de haber visto pasar por sus filas al exciclista profesional Beñat Intxausti, así como de haber organizado durante más de seis décadas la famosa Klasika Primavera, además del Premio Primavera y hasta 2005 la Bizkaiko Bira. También fue parte importante en la planificación de la primera etapa de la Itzulia con salida y llegada en Zornotza, lo cual fue una realidad el pasado 7 de abril. El Tour, eso sí, son palabras mayores y nadie quiere perdérselo en el seno de una estructura que, homenajeada el 21 de mayo por el ayuntamiento de la localidad con motivo del Tour Eguna y que, además de participar en la organización de distintas actividades para esta mañana y de habilitar una txosna para recaudar dinero a fin de sufragar los gastos del año, vibrará con la Grand Départ.
“Han sido días previos de bastante confusión al querer saber la gente qué carreteras iban a estar cortadas y de ilusión también al querer ver los chavales a las estrellas por aquí. El sábado y el domingo eran días para disfrutar mucho y este lunes para trabajar un poco más en nuestro caso”, señala a DEIA Manzanedo, al frente de un equipo formado por 37 chavales, de los cuales 18 están en escuelas, 6 en cadetes y 13 en juveniles. “El año que viene esperamos estar entre 40 o 45 y mantenernos ahí, porque los tiempos han cambiado y no podemos tener ahora en el club un número de personas mucho mayor”, admite al respecto el presidente de una institución que dispone a día de hoy de dos coches, dos furgonetas y ocho monitores, dos de ellos en escuelas, tres en cadetes y otros tres en juveniles.
Todos esperan ansiosos la salida de la etapa de hoy en Zornotza. “Nuestra idea siempre ha sido que la gente joven, las niñas y los niños de Amorebieta y del entorno vengan a la escuela de la Sociedad Ciclista. El hecho de que el Tour tenga tanto impacto y esté moviendo todo lo que está moviendo hace que se susciten esas ganas de apuntarse al ciclismo, que en los últimos años ha perdido adeptos y licencias al igual que otros deportes”, advierte Manzanedo, quien recalca que la llegada del Tour “va a ayudar a recuperar el peso que el ciclismo tenía en el entorno de aquí, porque nos va a dar ese impulso”.
Con sumo orgullo por asomar como presidente afronta la jornada Manzanedo, quien asegura aun así que “tienen mucha más importancia las generaciones anteriores a mí, porque han sido los que han hecho que este club sobreviva. Este año, además, es el 75 aniversario de la Sociedad Ciclista Amorebieta y a mí me toca recoger los frutos de lo que todos sembraron en su día y han ido manteniendo después. Me alegro más por ellos que por lo que me toca a mí”. Uno de los hombres que trabajó a destajo durante 35 años fue Santos Ormaetxea, quien vivió los años de máximo esplendor de un equipo en el que dejó su huella a base de compromiso y dedicación. “Fueron muchos años y muy bonitos. También de mucho trabajo, efectivamente. Nosotros llegamos a tener unos cincuenta corredores repartidos en las escuelas de ciclismo, cadetes, juveniles y llegamos a tener también un equipo de aficionados”, recuerda con satisfacción Ormaetxea, quien encara con “ilusión” un día sumamente especial para Zornotza.
Un pilar
Cuestionado por la trascendencia de la Sociedad Ciclista Amorebieta en el ciclismo vizcaino, Ormaetxea destaca que se trata de “un pilar como lo son otras sociedades. Que esta tercera etapa del Tour salga de Zornotza es un premio al esfuerzo de tantos años, porque en esta zona, hasta Elorrio e Igorre, hay mucha afición al ciclismo y aquí se han hecho muchas cosas”. En la misma línea se manifiesta Manzanedo, quien subraya que “la Sociedad Ciclista Amorebieta es un referente a nivel de Euskadi en cuanto a club ciclista”.