La Sociedad Deportiva Patronato, uno de los clubes emblemáticos y troncales de Bilbao y Bizkaia, alcanza sus 75 años sin olvidar su historia, pero buscando la manera de proyectarse hacia el futuro en un contexto complicado
EL baloncesto de Bizkaia tiene muchos ejes, pero uno está en Bilbao, en la calle Iturribide, que asciende desde el Casco Viejo a Santutxu y se convierte en el emblemático tronco desde el que han surgido muchas ramas que han dado directivos, entrenadores y jugadores a lo largo de 75 años de historia, que son los que cumple ahora el Patronato. En 1885, la Conferencia de San Vicente de Paul creó la Escuela del Patronato de Obreros en Iturribide y en 1890 se cedió la docencia a los hermanos de La Salle y en 1947 se fundó la Sociedad Deportiva Patronato con una sección de fútbol. En 1950 apareció la línea de baloncesto, que ni siquiera contaba con una federación propia con una estructura formada.
En los años 60, el Patronato fue uno de los impulsores del minibasket y en los 70 empezaron a aparecer los primeros patrocinadores privados que dieron un impulso al club. En 1975, coincidiendo con el 25 aniversario se cerraron las Escuelas del Patronato y el club se quedó sin jugadores de los que nutrirse y sin cancha. Pero de aquel problema surgieron las oportunidades y el club se unió de forma indivisible hasta ahora al colegio Maristas y el primer equipo masculino pasó a jugar sus partidos en La Casilla, donde estuvo hasta 2004 cuando tuvo que dejarlo por el alto costo que suponía la utilización del pabellón al que le queda ya poco tiempo de vida. "Siempre nos hemos reinventado y ahora tenemos que hacerlo otra vez", dice David Blanco, el presidente del club desde 2018 y que ha conocido como alumno del colegio y como jugador del club durante trece años todas las vicisitudes que han atravesado ambas partes. Se trata de una unión muy sólida y de una manera de entender el deporte que pone el acento en la formación de quienes llenan sus aulas, que antes eran más y por eso el club tiene claro que tiene que expandirse por el barrio y el distrito para mirar al futuro con optimismo y esperanza.
"Hay que buscar nuevas fórmulas de trabajo y de gestión deportiva y colaboración y cooperación entre clubes, no sólo deportivos, también culturales", explica el presidente, que señala que tras 75 años de historia, como club decano del baloncesto en Bizkaia, "estamos en ese momento de replantearnos todo y a día de hoy buscamos sinergias de barrio y distrito y aportar valor añadido" y apunta también a "la profesionalización de las estructuras de base". Blanco remarca que el Patro no tendría sentido sin todos los que han formado parte de él de una manera u otra "y a los que les unen tres características: el arraigo a lo que significó el Patronato, la vocación por promocionar el baloncesto en Bilbao y en Bizkaia sin límites y la calle Iturribide, que es donde nacimos y seguimos". David Blanco resalta la importancia para el club de la creación de una línea femenina constante, "aunque es verdad que nos cuesta mantenerla por la ausencia de masa en la base. Pero confío en que las generaciones futuras puedan ayudar a soportarla".
La historia del baloncesto en Bilbao quedaría incompleta sin muchos de sus actores, pero desde luego sin el Patronato, que fue durante varias temporadas el equipo con la representación más alta, lo mismo que en su día fueron el Águilas, el Kas o el Cajabilbao y ahora lo es el Bilbao Basket. Precisamente, el club de Iturribide aportó mucho de su capital humano, en la cancha y fuera de ella, a la fundación desde la nada de los dos últimos clubes que han puesto a Bizkaia en la ACB. El 2000-2001 fue un curso particularmente agitada porque el Bilbao Basket tuvo que jugar el play-off para evitar el descenso en la nueva LEB Plata y el Patronato alcanzó la fase de ascenso desde la EBA. Porque la cantera de Maristas, con el sello de muchos años del padre Esteban Villaba, ha sido siempre muy prolífica y exitosa, aún con las dificultades de cada momento, De hecho, el grupo que jugará desde mañana el Campeonato de España junior también fue cedido por Maristas cuando el Bilbao Basket creó su equipo infantil.