Sofía Suescun es una experta en usar las redes sociales. Sus 1,3 millones de seguidores en Instagram así lo demuestran. Mientras su madre, Maite Galdeano, y su novio, Kiko Jiménez, están concursando en la segunda edición de Pesadilla en el Paraíso (los defiende en plató el hermano de Sofía, Cristian Suescun), la navarra, que continúa alejada de la televisión, sigue ganándose la vida mediante colaboraciones y anuncios publicitarios en su cuenta.
Pero también sube contenido que no le reporta beneficios económicos, al menos directos, como una receta en vídeo de albóndigas caseras que ha colgado recientemente con la mejor intención pero que le ha supuesto una lluvia de críticas en los comentarios.
La pamplonesa elabora unas albóndigas de pollo con tomate, para lo cual necesita un kilo de pollo (es demasiado y acaba necesitando dos sartenes), una cebolla, un pimiento verde y otro rojo, tomate triturado, pan rallado y aceite. “Así me enseñó a hacerlas mi mamá. Podría haberlas hecho más pitiminí pero me gustan grandes y los trozos de pimiento y cebolla gordos”.
Pica los pimientos en trozos bastante grandes, al igual que la cebolla, que la hace llorar, lo mezcla todo con el pollo y con el pan rallado y da forma a las albóndigas, en las que asoman los trozos de pimiento. Después las pone en aceite junto a un sofrito de cebolla y pimiento verde antes de añadir el tomate triturado de lata.
A muchos de sus seguidores no les ha gustado la receta. “La cocina no es lo tuyo”; “tiene que ser un delito hacer así las albóndigas”; “no tiene sentido lo del pimiento”; “menudas pelotas de tenis”; “mejor sigue haciendo vídeos modelando”; o “¿Salsa de bote? Me bajo de la vida” han sido algunos de los comentarios, aunque también hay quien defiende a la pamplonesa.