LOS carteles promocionales lo anunciaban como en los viejos tiempos, con el maestro de pista, poniéndoles emoción a la cita: con ustedes, el concierto más barroco del Barroco. El recital estaba firmado por la compañía Soinuak Haizeany ofrecía un viaje por la música barroca más barroca del Barroco de la mano de cuatro músicos, Pablo de Luna (violín barroco), Irati Castro Henrich (viola barroca), Eva Pons (guitarra barroca), Teresa Merino (tiorba), quienes interpretaron obras maravillosas de Telemann; el tañedor de laúd Falconieri, Purcell y Corelli (digamos que son los Beatles de entre los siglos XVI y XVIII...),enlazadas mediante las graciosas anécdotas de Jon Casamayor, un actor que fue el hilo conductor del concierto, explicando curiosidades de las piezas y de los instrumentos de la época. Interactuando con el público hizo que la concurrencia disfrutase de un concierto pedagógico y único. Los niños pasaron un rato estupendo escuchando música de calidad, aprendiendo cultura y riéndose con las ocurrencias del actor.
Todo se enclavaba en el marco de la segunda edición de Aurrera Fest que se celebra, por segundo año consecutivo, de la mano de la Diputación Foral de Bizkaia que apuesta por el respaldo al sector cultural local, de cercanías, ayer organizado en el Palacio Euskalduna. Se organizó, como les dije, como un concierto pedagógico. No en vano, la Asociación Soinuak Haizean se forjó con la idea de difundir el patrimonio musical de las distintas épocas comprendidas desde el Barroco hasta nuestros días, atraer a profesionales de trayectoria y prestigio reconocidos para que acerquen el patrimonio musical mencionado a estos lugares, promover la difusión de nuevas músicas mediante la colaboración con sus creadores, fomentar la educación musical y contribuir a su desarrollo en comunidades con menor acceso a la misma y explorar la relación interdisciplinar de la música con otras artes.
La propuesta tuvo imán. Atrajo. A la cita no faltaron Luken Bengoetxea, Laura Bengoetxea, Olatz Ambrosio, Saioa Oleagoitia, Irati Ambrosio, Unai Baeza, la pequeña Alize Baeza con su escudo y el joven Alai Baeza con su espada, Leire Armentia, Teresa Guereño, José Luis Merino, Nerea Duhalde, Rosa Ocejo, Raquel Álvarez y Laura Álvarez, entre otra mucha gente entregada al descubrimiento de un estilo de música que se había quedado en el ayer más remoto.
En pos de la sala escogida para el recital (andaba un punto despistado...) llegó Javier Iturriaga, acompañado por Elixabete Uria. Unos metros más allá se encontraba Mikel Ruiz de Infante, acompañados por Anabella Wollochin y los niños Gillem y Paskal Ruiz de Infante. Se respiraba expectación. En esa atmósfera también se encontraban Iñaki Fernández, Julia Viguri, María Antonia Álvarez, Félix González, Amaia Aranguren, Idoia Urrutia, acompañada por los jóvenes Ane y Maite Goikoetxea; Verónica Martín, Yolanda Zarate, Joseba Urrutikoetxea, María Ángeles Bengoetxea, María Jesús Azkarate, María Luisa García. Laura Fernández, José María Bilbao, Ainhoa Mendiguren, Carmen Uriarte y un buen puñado de personas que se embarcaron en la máquina del tiempo para viajar hacia ese mundo barroco que aún hoy, en el trepidante siglo XXI que de nada se sorprende, continúa dejándonos con la boca abierta.
La segunda edición del festival Aurrera Fest lleva la música barroca 'de cercanías' al Euskalduna a través de Soinuak Haizean
El concierto cautivó al público con el papel de un actor y el uso de instrumentos como el violín, la viola y la guitarra barrocas y la tiorba