Soldadito marinero, quizás la canción más popular y querida por los miles y miles de seguidores de Fito y Fitipaldis, cumple ya dos décadas de vida. Tal día como hoy, 29 de agosto, salió a la venta el disco que la contenía, Lo más lejos a tu lado (Dro East West), el álbum que convirtió al rockero bilbaino, ex Platero y Tú, en un artista multivendedor y el favorito de varias generaciones.
Lo más lejos a tu lado fue el tercer disco de Fito (Bilbao. 1966), además del primero con el que el compositor, cantante y guitarrista bilbaino rompió las listas de ventas para convertirse en uno de los grandes artistas de la música en castellano de las últimas décadas. Antes, Fito había publicado ya dos trabajos fuera del paraguas de Platero y Tú, A puerta cerrada (1998) y Los sueños locos (2001), en principio como proyecto paralelo con el que explorar sonidos más suaves, abiertos y menos rockeros.
Lo más lejos a tu lado, que inicialmente salió al mercado con un DVD adicional de un concierto que ofreció en Donostia durante su gira anterior, la de presentación de Los sueños locos, se grabó con la producción de Iñaki ‘Uoho’ Antón, guitarrista y co–líder con Fito de Platero y Tú, y con una formación de fitipaldis que integraban hace dos décadas Jose Alberto Batiz, a la guitarra, el saxofonista Javier Alzola, el bajista Roberto Caballero y el batería Ricardo Cantero. Aún no había llegado al universo fitipaldi el productor y guitarrista Carlos Raya, lugarteniente y mano derecha del músico bilbaino desde hace década y media.
Lo más lejos a tu lado tuvo como primer single La casa por el tejado, otro de sus himnos de estadio, en el que colaboraba Lichis, líder de La Cabra Mecánica, y tema obligado en los conciertos de Fitipaldis. Junto a él, en su repertorio destacaban canciones como Whisky barato, Un buen castigo y, sobre todo, Soldadito marinero, canción convertida ya en himno popular e intergeneracional.
Éxito mundial
En Soldadito marinero, tema que acumula más de 185 millones de streams solo en el Estado, Fito se inventó la historia de una persona madura y desconocida –a la que atisbó desde la ventana del piso de su aita– que tenía la apariencia de haber dado la vuelta al mundo varias veces embarcado como marino. Y le dibujó como un marinero de corazón roto tras haber conocido a “una sirena” que, a la vez, trabajaba como prostituta. Fito suele hablar de ella como una de sus canciones más simples en acordes y notas, así como lentas en ritmo. Hoy, justo dos décadas después, es su composición más celebrada.
Aquí os dejamos su video oficial, grabado con un fondo de imágenes de la ría y el Puente Bizkaia