Solicitan autorización para un segundo parque eólico en Enkarterri

El Boletín Oficial del País Vasco con fecha miércoles 4 de enero da cuenta de que se somete a información pública la solicitud administrativa previa para crear un parque eólico en Enkarterri. Euskal Haizie S.L., también detrás del anteproyecto para construir ocho aerogeneradores y que viene suscitando protestas vecinales y oposición municipal en Artzentales, Galdames, Muskiz y Sopuerta desde el pasado mes de marzo, propone ahora otros seis que tocarían a las localidades de Gordexola, Güeñes y Zalla con una potencia bruta instalada de 36 megavatios. Según se recoge en el anuncio, se emplazarían en zona montañosa, concretamente en la alineación comprendida entre Las Llanas, alto Rigadas e Ilso Eguen.

Ayer desde el Ayuntamiento de Güeñes señalaban no haber recibido notificación, mientras que en Gordexola se enteraron el mismo miércoles y están analizando sus repercusiones. El Consistorio de Zalla, sabiendo que la iniciativa atraviesa una fase todavía “embrionaria y se desconoce su viabilidad”, de continuar adelante el proyecto, se opondrá. “Defendemos las energías renovables”, pero lo que pone sobre la mesa la empresa “generaría una grave afección al patrimonio natural y paisajístico del Ilso Eguen, uno de nuestros montes más transitados y emblemáticos, que se debe salvaguardar. Al mismo tiempo, el Consistorio realizó un llamamiento a la “tranquilidad porque esa intención debe superar filtros administrativos, consultas, alegaciones y autorizaciones”.

Tampoco se ha hecho esperar la reacción ciudadana. La plataforma Enkarterri Bizirik, que conoció la noticia “a través de las redes sociales”, trabajará con otra asociación, Enkarterrin Parke Eolikorik Ez, en “establecer un plan de acción” que no descarta movilizaciones.

Y es que Enkarterrin Parke Eolikorik Ez se constituyó hace unos meses a raíz de trascender que Euskal Haizie S.L. propone erigir ocho aerogeneradores de cerca de 120 metros de altura entre los montes Alén y Mello, que afectarían a Artzentales, Sopuerta, Galdames y Muskiz, con una potencia bruta de 49,6 megavatios y alrededor de veinte hectáreas en el radio de acción de la infraestructura.

Más de 200 personas ascendieron el monte Alén en diciembre para expresar su rechazo al proyecto. Al Gobierno vasco “le han llegado las observaciones presentadas por asociaciones, ayuntamientos y particulares” y desde Lakua se ha solicitado a la empresa “que realice un estudio de impacto medioambiental incorporando muchas de esas observaciones”. Disponen de “hasta cuatro años para hacerlo y pensamos que tardarán como mínimo uno, ya que deben efectuar un estudio de impacto en avifauna”.

La plataforma alega que la instalación “incumple la normativa ambiental vigente”, además de que el cordal Alén-Mello “alberga historia y una riqueza cultural y natural única que debemos preservar”. Esgrimen también que “las aspas de tres palas de 85 metros se convierten en una trituradora de aves y murciélagos, incluso de las especies protegidas por ley”. Desde la perspectiva social y económica, redundaría en pérdida de calidad de vida, depreciación de viviendas y suelo y perjuicio al turismo, denuncian. l