La tasa de paro que afecta a la juventud vasca de entre 16 y 29 años ha descendido 2,3 puntos porcentuales durante el segundo trimestre de este año, según ha hecho público esta semana el Gobierno Vasco. Son datos esperanzadores, aunque todavía es pronto para una valoración, según Maialen Olabe, presidenta del Consejo de la Juventud de Euskadi. Asegura que "todavía es pronto" para valorar estos números, ya que influye la vacunación contra el covid-19, el periodo de rebajas y el propio verano que favorece a las contrataciones temporales. Sin embargo, es optimista cuando mira hacia el futuro de los jóvenes.
Desde el Consejo de la Juventud de Euskadi trabajan para conseguir un trabajo digno para los jóvenes con oportunidades laborales adecuadas. También aúnan sus fuerzas con el Gobierno Vasco en la lucha contra la precariedad laboral y la desigualdad de género y oportunidades laborales para mujeres y hombres.
La tasa de paro que afecta a la juventud vasca de entre 16 y 29 años ha descendido durante el segundo trimestre del año, según los datos del Eustat publicados por el Gobierno Vasco. ¿Se debe a los contratos temporales de verano?
-Se debe a eso, pero imagino que este descenso también responde en cierta manera a la mejora de la situación y que esto está favoreciendo a un aumento de contrataciones. Es importante, no obstante, analizar qué tipo de empleo se crea, y que sea de calidad. Para ello, hay que tener en cuenta los contratos temporales, ya que en estos momentos este tipo de contratos están cerca del 60%, según los datos del pasado año.
De hecho, y pese a que en ese trimestre ha descendido un 17,9%, en el primer trimestre ascendió el paro juvenil en un 20,2%. ¿Este movimiento de ascensos y descensos responde a la modalidad del contrato temporal?
-Es difícil determinarlo. Creo que, efectivamente, en algún dato tiene que repercutir, pero creo que la vacunación y la mayor estabilidad que ello ofrece están ayudando a mejorar. Además, también hay distintos factores que afectan en ese porcentaje, pero, como decía, no me centraría en la tasa de desempleo, pese a que es importante vigilarla y ver que continúa descendiendo; el dato importa, pero igual de importante es lo que le rodea. Ahora mismo no es real valorar ese descenso porque hay muchos factores, como las rebajas, ser mayo y junio, la vacunación€ sería interesante analizarlo en un futuro cercano.
Desde el Consejo Vasco de la Juventud, ¿qué propuestas realizan al Gobierno Vasco para que estos datos sigan en tendencia descendente en los próximos meses y mejorar así la situación de los jóvenes?
-Nuestra apuesta es hacia el empleo de calidad, acabar con los contratos en prácticas y los contratos temporales. Esto traería consigo una mayor estabilidad laboral ya que los jóvenes tendrían contratos de larga duración. Esto es un proyecto de vida, una estabilidad, algo imprescindible.
¿Cuáles son los primeros pasos que hay que dar al frente para poder lograr ese empleo de calidad?
-Es imprescindible que haya políticas de igualdad y estudiar la situación para detectar dónde están las carencias y poder dar una respuesta directa.
¿Son escasas las que existen actualmente?
-Cada vez son más las empresas que tienen planes de igualdad. De hecho, las mujeres cada vez estamos más en el mundo laboral, cada vez hay más mujeres en espacios de decisión, en ámbitos más masculinizados, pero todavía hay gran recorrido por hacer.
Hablando del género en la precariedad laboral juvenil, cabe destacar que, según los datos, hay más hombres que mujeres en el paro. ¿Significa esto que las mujeres aceptan más trabajos precarios que los hombres?
-Generalmente, por ejemplo, en los contratos temporales, son más las mujeres que tienen contratos temporales y jornadas parciales. Por lo tanto, igual tiene que ver con que hay más mujeres jóvenes que aceptan contratos temporales o de medias jornadas que en el caso de los hombres.
¿Cómo se puede luchar contra el cambio?
- Para luchar contra esto debe ser algo que se haga en el conjunto de la sociedad. Creo que cuanto más igualitaria sea la sociedad, más justo será el empleo. Es un trabajo social, de conciencia, de educación, no solo les compete a los empresarios. Debemos entender que nosotras estamos preparadas y cualificadas para poder asumir decisiones o cargos de responsabilidad y quizá eso muchas veces es más complicado. De hecho, ya se han empezado a dar pasos.
¿Cómo cuáles?
-Por ponerte un ejemplo, cada vez hay más mujeres estudiando grados más masculinizados como puede ser el de ingeniería y, por lo tanto, cada vez hay más mujeres que se dedican a la ingeniería. También hay cada vez más hombres que se dedican al sector del cuidado. Se están viendo cambios. Sin embargo, no son suficientes se debe seguir luchando en avanzar. Hay que conseguir que cada vez haya más hombres y mujeres en todos los espacios.
¿En qué tipo de sector y oficio se mueve el empleo juvenil?
-No sabemos con exactitud. Lo que sí sabemos es que somos la generación mejor formada, que tanto en formación profesional como en grados universitarios estamos prácticamente todas las personas jóvenes con formación y por lo tanto creo que ahora mismo podemos acceder a muchos espacios.
¿Eres optimista con la previsión de empleo?
-Nos hemos dado cuenta de que es necesario de que las personas jóvenes estemos en una buena situación. Antes se hablaba mucho de personas jóvenes de cara al futuro y creo que empezamos a entender que también somos el presente. Por lo tanto, quiero pensar que sí. Acabamos de sufrir las consecuencias de dos crisis y eso todavía nos afectará de alguna manera, pero hay una disposición por mejorar esta disposición.
¿El actual sistema educativo responde a las necesidades del mercado laboral?
-Se tendrá que ir adaptando. Creo que incluso la propia pandemia nos va a hacer replantearnos los modelos de empleo, incluso los modelos de ocio, por lo tanto, el sistema educativo también se tendrá que ir adaptando a esa realidad.
¿Es complicado desarrollar un proyecto de vida con la situación actual?
-Ahora mismo, sí. Cuando hablamos de proyecto de vida hablamos de acceder a un empleo de calidad, porque ya no es solo acceder a un empleo, si no que sea de calidad y poder emanciparnos. La tasa de emancipación en estos momentos está en los 30 años, aunque nos queremos ir con los 25. Realizar un proyecto de vida y desarrollarnos de una manera digna aún es complicado, pero quiero pensar que iremos dando pasos en el buen camino.
¿Cuáles son esos primeros pasos?
-Crear puestos de calidad y fomentar el alquiler social, eso nos puede ayudar a vivir de una manera digna.
Actualmente el Gobierno Vasco fomenta la emancipación con la ayuda 'Gazte Lagun'. ¿Es insuficiente?
-Efectivamente existe esta ayuda, pero cuando hablamos de alquiler social hablamos, por ejemplo, de que cuando se crean viviendas de protección oficial (VPO) estén dirigidas al alquiler social. Creemos que también hay modelos de viviendas que contemplan la idea de alquiler social. Creo que hay un margen amplio que Gobierno Vasco está yendo de esa línea y creemos que ahí hay recorrido. Eso impulsaría que los jóvenes se emanciparan antes. Hoy en día los salarios están en una media de 1.185 euros, los alquileres rondan entre 700-900 euros, depende del territorio y, a nivel europeo, se recomienda que no se destine más del 30 % de nuestro salario al alquiler, o en general a la vivienda, y en Euskadi destinamos el 60 %; el doble que nos supone un gran esfuerzo y es ahí donde el alquiler social nos puede ayudar y mucho.
¿En vuestra propuesta, cuánto deberían pagar los jóvenes por un alquiler social?
-Supongo que, en función de la vivienda, pero alrededor de 200 o 250 euros. Si esto fuera así, creo que, a lo mejor, y si seguimos bajando la tasa de desempleo, creo que podríamos bajar la emancipación a 27 años y se iría acercando más a la edad en la que nos gustaría emanciparnos.
¿Es optimista en cuanto al futuro de los jóvenes?
-No sé si soy muy optimista, pero tampoco quiero ser negativa. Tenemos recorrido, y nosotras como Consejo estaremos ahí, al pie del cañón, haciendo aportaciones y acompañando a los jóvenes para que esto mejore. Es ahí como planteo la mirada en los próximos años.
¿En qué aspectos hemos mejorado?
-En general, quitando que con la pandemia había vuelto a subir el paro, la tasa de desempleo llevaba tendencia a la baja, ahí había un gran esfuerzo. En la segunda parte, tenemos que apostar por los empleos de calidad, tener vigilancia y que no se repitan esos casos en la que los contratos en prácticas cubren un puesto de trabajo, en vez de hacer su función de formación.
¿Existe demasiada precariedad laboral en el empleo juvenil?
-Sí. Muchas personas jóvenes se encuentran en malas situaciones con contratos temporales. Cuando hablamos de precariedad laboral hablamos de inestabilidad, de contratos en prácticas en cadena, uno tras otro, sin poder salir a un contrato normal€ sí, tenemos a muchas personas jóvenes en esas situaciones, especialmente recién salidas de la universidad o formación profesional que asumen ese primer contrato en prácticas y así van de uno detrás de otro. También ocurre la precariedad laboral con el horario. Hay muchos jóvenes que sufren jornadas laborales interminables.
¿Están trabajando para impedir que se sigan dando estos casos?
-Sí. Nosotros tenemos un grupo de trabajo en el que se juntan personas jóvenes entre 16-30 años de Euskadi que están constantemente trabajando en las diferentes temáticas que van surgiendo en este caso. Sobre la precariedad laboral solemos sacar un escrito de propuestas el 7 de octubre con motivo al día de Salud Laboral y realizamos las propuestas.
¿Qué tipo de propuestas?
-Mayoritariamente nos centramos en pedir el aumento en el número de inspecciones para asegurar que los empleos cumplen con las condiciones dignas. Actualmente se hacen, pero creemos que esto sería una solución.
Además de estas propuestas, ¿en qué más aspectos están trabajando?
-Estamos en varias propuestas. Por ejemplo, trabajamos para que los salarios sean dignos y poder desarrollar en un proyecto de vida digno. También queremos acabar con las fórmulas de contratación excepcionales (prácticas, becas€). Es decir, todas las que no sean formativas y se utilicen para cubrir puestos de trabajo más baratos. Por otro lado, queremos asegurar que se cumple el horario laboral y evitar la temporalidad y la parcialidad en el empleo. Además, trabajamos en acabar con la desigualdad entre mujeres y hombres invirtiendo en planes de igualdad. Tenemos proyectos para asegurar la salud laboral de las personas para evitar enfermedades y accidentes laborales y también estamos luchando para conseguir un aumento en el número de inspecciones laborales que aseguren que se cumplen las condiciones de empleos dignos.