Bajo el lema El directivo frente a la transición a un nuevo mundo, el XXI Congreso de Directivos CEDE reunió ayer jueves en BEC de Barakaldo a unos 1.100 directivos y empresarios para analizar y debatir las claves que potencien e impulsen a las empresas en el contexto económico actual. Durante el acto, los asistentes reivindicaron que son “la solución, o parte de la solución, no el problema”, como defendieron tanto el presidente de la CEDE, Isidro Fainé, como el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi.
“El sector financiero debe ser protagonista e impulsor de unos cambios cruciales para la sociedad. Actualmente, contamos con el músculo financiero para estar cerca de las empresas y las familias, apoyando la recuperación económica y la transición a un nuevo modelo”, resumió el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri. Enumeró asimismo cuatro grandes retos para el sector. En primer lugar, “entregar una rentabilidad por encima del coste de capital, cosa que no ha sido así en los últimos años dentro de banca europea”. Según señaló, la normalización de los tipos de interés “ayudará sin duda”, pero consideró que “no será suficiente”.
En segundo lugar, apuntó que el sector financiero debe adecuarse a los cambios de hábito de los clientes que se “retroalimentan con la creciente digitalización” que se está viviendo, pero que debe hacerse desde la constatación de que hay grupos de clientes con necesidades y hábitos muy diversos y a todos ellos se les debe dar “un servicio diferencial y excelente”, además, haciéndolo “de manera eficiente”.
En tercer lugar habló de la necesidad de incorporar “perfiles nuevos” a la banca y, por último, la necesidad de transmitir de forma mucho más eficaz a la sociedad el “decisivo papel” que tiene el sector bancario para el bienestar de los ciudadanos, no solo como canalizador de ahorro y proveedor de financiación, sino también como “agente determinante” en temas como la transición energética.
El presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, coincidió con Goirigolzarri en algunos de los retos que tiene por delante la banca, que él fijó en seis: reputación, ciberseguridad, ESG, regulación y supervisión, gestión de riesgos y la competencia por el talento. “Caminamos hacia un mundo más inseguro, menos global y de nuevo polarizado en bloques geopolíticos. Sin duda todo esto supone nuevos retos para los directivos sea cual se el sector en el que desarrollen su actividad”, apuntó.
Tipos de interés
Por su parte, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, centró su intervención en analizar la situación actual y las perspectivas de futuro. En este sentido, señaló que los tipos de interés podrían seguir subiendo hasta el 2,25% o el 2,5% con los datos actuales, aunque reconoció que es una previsión que podrá variar “con el transcurso del tiempo”. En su intervención durante el Congreso de Directivos-CEDE, Hernández de Cos apuntó que la inflación se ha convertido en “un auténtico condicionante” de la evolución económica a nivel global y apuntó que el área del euro, con una tasa de inflación del 9,1% en agosto, ha alcanzado un “máximo histórico”.