Ahora que se acaba el verano, los días cálidos y las tardes en las terrazas en manga corta y con una fría jarra de cerveza, tenemos que ir pensando aunque no nos guste, en la bajada de temperaturas que vamos a sufrir de un día para otro. Abrigarnos en los días más fríos y sombríos del año va a ser esencial, aunque no siempre es la razón por la que ciertas personas sufren más las bajas temperaturas que otras.
Si durante las fechas otoñales o navideñas te has preguntado alguna vez por qué tu hermana, prima, tía o madre tiene más frío que tú cada vez que salís a la calle o estáis en el centro comercial con el aire acondicionado es porque las mujeres, en general, tienen menor capacidad ante el frío que los hombres.
Esto no es específicamente porque lleven en ocasiones vestidos más ligeros o blusas más finas, se trata de una razón científicamente comprobada. Por otro lado, si siendo mujer has sentido más frío que tus compañeros de trabajo e incluso te has tenido que abrigar en ocasiones en las que ellos seguían en manga corta, te explicamos por qué es totalmente normal.
Las mujeres son más frioleras
Incluso en los meses más fríos del año, suele haber gente que se atreve a salir a la calle en camiseta corta o pantalón corto. Esto suele ser porque sus cuerpos tienen una mayor resistencia a las bajas temperaturas y, habitualmente, suelen ser varones.
Una de las razones de esta gélida información es que las mujeres tienen un metabolismo (proceso para la obtención de la energía mediante la comida) que actúa más lento que el de los hombres. De hecho, ellos tienen una tasa de metabolismo un 23% más rápido, por lo que esta lentitud hace que pasen más frío.
Las mujeres tienen una gran sensibilidad y también una menor acumulación de masa muscular debido a razones biológicas totalmente normales. A su vez, aunque dos personas tengan el mismo peso, las mujeres son más propensas a tener más grasa, por lo que la piel, al estar más lejos de los vasos sanguíneos, se siente más fría.
Sin embargo, aunque la mayoría de las investigaciones aseguran que la temperatura corporal es igual sin importar el sexo, un estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, descubrió que, si bien esta varía según la persona aunque todos rondemos los 37 grados, las mujeres perciben la temperatura de manera distinta y con menor calidez, tal y como explica el Confidencial.
Los organismos de ellas transportan mayor cantidad de sangre a los órganos centrales, dejando las extremidades con menos calidez. Por ello es por lo que tenemos en más ocasiones que los varones las manos y pies fríos. De hecho, los estudios aseguran que hay una media de tres grados de diferencia entre las extremidades de una fémina y un varón.