Hace poco más de una semana que una mujer embarazada de 11 semanas y media denunció una serie de presuntas negligencias médicas que ha vivido recientemente en el Hospital de Urduliz. Ane Lekanda ha relatado en una publicación que, tras comenzar a sangrar, acudió al Hospital de Urduliz y, ante la ausencia de ginecólogos de urgencia, fue derivada al Hospital de Cruces, lugar en el que le indicaron que había roto la bolsa amniótica y que el embarazo no era viable.
Posteriormente, la paciente fue enviada de nuevo al Hospital de Urduliz con una cita programada para varios días después en la que se le realizó una ecografía para confirmar la ausencia de latido fetal. Ante esta situación dijo expresamente a la ginecóloga que no quería ver la ecografía y pidió que su marido estuviera presente. La respuesta fue cuanto menos inadecuada como ella misma ha contado en redes sociales.
"¿Cómo que no quieres verlo? Yo alucino", señaló la sanitaria, según la denunciante. En el vídeo, apunta que a raíz de esta conversación "todo fue a peor" y que fue todo el rato tratada "con aires de superioridad con una jerarquía brutal".
Un comportamiento que no entiende la doctora Sonia Gárate. "Había hecho una petición expresa. Es autonomía del paciente. Es un principio de la ética médica. Si ella te dice que no quiere saber, hay que respetar. No podemos juzgar", señala y considera que "es un conflicto de comunicación".
"Es necesario evitar el paternalismo de los médicos", asegura Gárate y "escuchar al paciente". "La relación debe ser de cooperación, no de poder sino de igual a igual", añade.
Afirma que no entiende que haya pruebas como las biopsias del endometrio que se hacen sin anestesia. "Te dicen que es un momento de dolor y se pasa. También con las muelas, es un momento y se pone anestesia. "Hay que darle una vuelta. Si no se puede, que lo expliquen. A veces creo que se hace porque sí. El tema del dolor es un tema a darle una vuelta. Por ser mujer parece que tenemos una tolerancia al dolor superior al ser humano medio", critica.