Las investigaciones posteriores a las dos exposiciones sobre la Guerra Civil en la comarca que albergó el Museo de las Encartaciones acompañadas de una publicación, un congreso y otras actividades e itinerarios han reafirmado lo que ya se destacó entonces, hasta qué punto no se había estudiado lo suficiente este periodo en Enkarterri. Algo que instituciones y vecinos comprometidos con la recuperación de la memoria histórica con iniciativas como el libro sobre Sopuerta en el que se unen el Museo de las Encartaciones y los farmacéuticos Javier de la Colina, padre e hijo.
"Fuimos una de las pocas localidades donde no se produjeron represalias", dice Javier de la Colina padre, que ostentó la Alcaldía en los años setenta. En junio de 1937, "sabiendo ya que las tropas franquistas habían entrado en Galdames, la corporación no dejó el pueblo para que no hubiera tropelías", conscientes de que "el momento más delicado" se daba "cuando un bando retrocedía y otro avanzaba". Por eso, su propia familia se encerró en una cueva "durante once días".
La idea del libro rondaba por la cantidad de material recopilado en las iniciativas emprendidas con el Museo de las Encartaciones. "Cuando me empecé a interesar había un listado escaso de algunos milicianos fallecidos en Sopuerta y que estaban documentados. De la veintena que daban los listados hemos encontrado más de cien víctimas", explica Javier de la Colina hijo. Han buscado que fuera "bastante didáctico" y estructurado "cronológicamente" sacando a la luz "datos que la gente desconoce; por ejemplo, que durante la Revolución de 1934 el ejército tomó el Ayuntamiento". O el Estatuto de las Encartaciones "adelantado a su época en cuanto a laicidad o preocupación por la educación ultimado en 1931, pero que no llegó a entrar en vigor".