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Soraluce refuerza su apuesta por Euskadi con la apertura de otra planta

La diferenciación tecnológica marca la estrategia de la cooperativa de máquina herramienta tras seis décadas de actividad
Instalaciones de Soraluce en Bergara. | FOTO: JAVIER COLMERNERO

La diferenciación tecnológica se sitúa en el centro de la estrategia para los próximos años del fabricante de máquina herramienta Soraluce con sede en Bergara, que este ejercicio cumple su 60º aniversario gracias a su capacidad de adaptación a los cambios de mercado y a una decidida apuesta por la innovación. La cooperativa, que cuenta con implantaciones en Europa, va a reforzar su apuesta por Euskadi con la apertura de una nueva planta en Bergara.

Su director gerente, Rafael Idígoras, explica las razones por las que considera “clave” esta diferenciación tecnológica. Por un lado, cita “la fortaleza de los competidores asiáticos” ante lo que resulta necesario responder con “un producto más diferenciado y tecnológico” que les sitúe en posiciones de referencia. Un segundo motivo hace referencia a sus objetivos, que pasan por “ampliar nuestra gama de productos y empezar a competir en mercados donde ya existe una competencia asentada” que exige una oferta de un alto valor añadido aportado por la innovación.

De hecho, Soraluce destina cuatro millones de euros anuales a actividades de I+D para afianzar una “superioridad tecnológica” frente a sus competidores, según afirma Idígoras, además de fomentar la combinación de capacidades que dé lugar a nuevas e innovadoras soluciones y, “por supuesto, buscamos el reconocimiento del mercado”.

Esta inversión se destina a financiar actividades de investigación y desarrollo cuyo corazón se encuentra en un departamento integrado por diez ingenieros. Aunque buena parte de la innovación se focaliza en esta unidad, Rafael Idígoras incide en que la I+D se expande a otras áreas de actividad.Así, indica que hay otros 50 ingenieros que compaginan las tareas propias de su puesto con la I+D .

Idígoras incide en la importancia del capital humano en la cooperativa, cuya pretensión es crear empleo de calidad. Según explica, la persona que entra en Soraluce y supera la fase inicial desempeña su función durante tres años, tras los cuales se le ofrece la posibilidad de hacerse socia.

En la actualidad, la plantilla está compuesta por 275 personas más las 85 que trabajan en el centro de excelencia de Alemania y otras quince en su implantación en Italia. Un aspecto que resalta el director gerente de Soraluce es la cualificación. “En 2000 un 21% de la plantilla no tenía cualificación, y hoy ese porcentaje es de un 1%”, indica.

internacionalización

Soraluce no confía su futuro solo a la innovación, sino que también apuesta por la búsqueda de nuevos mercados. El fabricante de máquina herramienta tiene implantaciones en Gipuzkoa, Alemania e Italia, pero está presente en los cinco continentes. La actividad en estos dos países se justifica porque la mitad de la facturación del fabricante de máquina herramienta procede de ellos. En Alemania se refuerza al transformar su planta en un centro de excelencia y junto con otra compañía del grupo, Danobat, comparte una planta en China.

La superioridad tecnológica, la búsqueda de nuevos mercados y la ampliación de la gama de productos son tres objetivos estratégicos de la cooperativa de Bergara, pero también tienen fuertes expectativas depositadas en la nueva planta que Soraluce construye en la actualidad en Bergara y que espera inaugurar en marzo del próximo año. Las dificultades que influyen en la evolución al alza de la economía vasca, que recientemente ha tenido que rebajar sus estimaciones, tienen un seguimiento estrecho por parte de Soraluce, que ya ha vivido en sus 60 años de recorrido otras situaciones difíciles. “Todas las crisis nos impactan y provocan una caída de la facturación junto con ajustes de salarios”, admite Idígoras, quien asegura que la respuesta de Soraluce a momentos de baja demanda “es contracíclica, con un mantenimiento de las inversiones y del número de socios además de incrementar al máximo la flexibilidad”. l

la compañía

l Evolución. Un grupo de 52 socios creó en 1962 Soraluce y, a partir de aquel abril, se ha sucedido una serie de hitos que han marcado su devenir. El primero de ellos fue comenzar a comercializar producto propio, tras lo que llegó la constitución del grupo empresarial DanobatGroup al que pertenece. Otro importante paso fue comenzar a fabricar fresadoras y la introducción de la I+D a su actividad. Después llegó la ampliación de la gama de producto y su especialización tecnológica, que se ha convertido en santo y seña de la firma.

l Actividad. La cooperativa ocupa posiciones de liderazgo en el diseño y fabricación de fresadoras, mandrinadoras, centros de fresado y torneado multifunción y centros de torneado vertical, todos ellos con un alto componente tecnológico. Soraluce forma parte del grupo empresarial DanobatGroup junto con Danobat, Goimek e Idekox

04/07/2022