¿Qué le pasa con los árbitros de la Liga, que no le respetan?
Ese es el problema, porque yo les pregunto ¿no me vas a pitar una falta a favor? A veces me dicen que no, te tienes que tirar al suelo. Pero no soy yo, eso no va conmigo. Si me caigo, es porque alguien me empuja o me tira. No me gusta fingir. Va contra mi naturaleza. No me gusta fingir, no me gusta gritar, no me gusta tratar de engañar a los árbitros. Intento ser honesto en el campo. El problema es que lo utilizan contra mí. Me suelen comentar: No, no, eres demasiado fuerte y no te voy a pitar falta a favor. Así que ya veremos si cambia la cosa. Primero trato de hablar con ellos, después hago un poco de ruido, pero es lo que hay.
Los periodistas no sabemos si habla castellano (la entrevista ha sido hecha en inglés), pero los colegiados sí.
Sí suelo hablar con ellos y quizá no sea el mejor español porque estoy enfadado en ese momento.
¿Pero suele decir palabrotas? Tiene un buen maestro en Kubo.
No, no (risas) Pero es muy diferente, porque Kubo es bajito y parece muy agradable. Si digo malas palabras, se interpretaría mucho peor. Hay que intentar estar tranquilo y espero que me piten más faltas de aquí al final de la temporada.
Sus compañeros comentan que se sale en Zubieta, que es imposible quitarle el balón.
Para mí, lo más importante está, primero, en uno mismo. El creer que eres buen jugador y te encuentres bien. Y luego, lo segundo, es la confianza del equipo. Si tus compañeros creen que eres bueno y te van a pedir la pelota, te van a buscar, si hago carreras, me van a pasar. ¡Y esto es tan importante! Si marco goles seguro que me van a pasar el balón.
“ No me gusta fingir ni engañar a los árbitros, intento ser honesto en el campo, pero no me pitan casi ninguna falta a favor ”
¿Por qué la Real, qué tiene de diferente?
Es una combinación de la ciudad, en la que me encuentro de maravilla con la gente que es muy buena; voy a los restaurantes, al centro comercial, y todo el mundo es muy amable y siento que me quieren y me respetan. Luego por supuesto del club. Imanol cree en mí, me parece un entrenador fantástico. Y, por último, los jugadores que forman un grupo fantástico. Ninguno se cree por encima del resto. Todos son honestos y trabajan muy duro.
Tiene 27 años, ¿se siente maduro?
La edad está sujeta a debate en cada persona, pero normalmente suelen decir que de los 27 a los 32 es el mejor momento para un delantero. Tienes la experiencia y sabes mucho más de las situaciones que te vas a encontrar. Y sí, con suerte, los próximos cinco años voy a dar lo mejor de mí.
¿Sigue enamorado del fútbol?
Sí, completamente. Es increíble, porque esto es por todo lo que he luchado en mi vida. Este sentimiento que tengo ahora de confianza, de marcar los goles jugando en un equipo top. Esto también es muy importante para mí. Y cuando percibes que estás compitiendo en un gran equipo, es fantástico.
¿Y del gol?
Por supuesto, para siempre.
Ya vi que sus amigos siguen viniendo a verle, ¿lo disfrutan mucho?
Sí, les encanta. Han venido a verme partidos en diferentes países, pero dicen que esto es muy especial. Lo suele comentar todo el mundo. Incluso alucinaron con la comida de la zona VIP de Anoeta, con los pintxos tradicionales vascos. Eso también me gusta mucho, que mis amigos disfruten tanto cuando vienen. En la grada se lo pasaron en grande, con los colores del equipo y ya se han convertido en aficionados de la Real.
Le sorprendió mucho que Kubo fuera el único realista en el Mundial.
Sí, sobre todo en el caso de Brais y Merino. Creo que tenían cualidades diferentes a los centrocampistas que fueron que eran muy parecidos y les hubiese venido muy bien a la selección. A mí me extrañó, pero en el fondo me alegro un poco por mi parte, ya que eso significa que se van a desgastar menos y van a estar preparados para la segunda parte de la temporada.
“ Lo que más me gusta y hace especial a la Real es la combinación entre la ciudad y su gente, el club, y mis compañeros de plantilla ”
Noruega tiene una generación de locos… Sigue en contacto con Odegaard, ¿se preocupa por la Real?
Sí, hablamos principalmente cuando estamos concentrados con la selección. Claro que nos sigue y pregunta mucho siempre. Los compañeros también se siguen interesando y continúan teniéndole mucho cariño a Martin.
La estrategia para que vuelva es que gane la Premier y pase al siguiente objetivo en la Real…
(Risas) Estaría bien, ¿no? Martin sigue viendo los partidos de la Real y continúa pendiente.
¿Es verdad que Noruega hubiese renunciado a competir en Qatar de haberse clasificado?
No puedo hablar mucho de esto, porque nos reunimos en el vestuario y lo comentamos, pero es confidencial. Al final no tomamos una decisión definitiva, sino que nos emplazamos a seguir hablando del tema en el caso de habernos clasificado. En ese momento hubiésemos debatido si tomábamos alguna decisión o usar nuestra posición para hacer algo. No lo sabemos.
¿Tiene más sueños por cumplir con la Real o con Noruega?
Con los dos. Cuando estoy en la burbuja de la selección me centro en lograr unos objetivos y cuando estoy en la burbuja de la Real, como ahora, en los suyos. Tienes que aprender a separarlos, aunque para mí ya no es difícil porque llevo muchos años haciéndolo.
¿Tiene muchos sueños por cumplir en el fútbol?
Sí, tengo muchos sueños. Me gustaría ser uno de los mejores delanteros del mundo. Este es mi gran objetivo. Ya veremos cómo van las cosas…
¿Sueña con marcar un gol decisivo con la Real en una final o que clasifique al equipo para una competición importante?
El gol soñado es el siguiente.