Sorpresa y drama en el Winter Series

Actualizado hace 4 minutos

Entre la agonía de un 4-5 en el joko de desempate y una salva de aplausos de un público entusiasmado, nace un grito desgarrador, el de Thomas Urrutia y Thibault Basque. Atraviesa el Jai Alai de Gernika y se enreda en sus entrañas como un relámpago. Es el bramido de la sorpresa, la misma que obraron Eñaut Urreisti y Gorka Sorozabal en el Grupo A, la mismo que ya protagonizó el pizpireto delantero de Garazi en la Bilbao Iron Cup, en la que aterrizó desde la previa con Julen del Río para acabar plantándose en la final. Los pronósticos están para romperlos y ¡que se lo digan al puntillero! Ocurre que los de Iparralde lograron este lunes el billete a la liguilla de semifinales del Eusko Label Winter Series de cesta punta profesional con todo merecimiento. En su primer encuentro dieron la campanada ante Jean Olharan y Jon Zabala y en el segundo sellaron el pase con una remontada ante Johan Sorozabal y Unai Lekerika, una de las combinaciones llamadas a marcar la pauta y favorita a pasar de ronda en su rama junto a los actuales campeones Aritz Erkiaga e Ion Ibarluzea.

De este modo, el resultado de la sexta jornada deja todo el pescado vendido en el Grupo B a falta de dos compromisos. Así, Erkiaga-Ibarluzea y Urrutia-Basque serán semifinalistas y solo queda saber en qué puesto acaban la fase de cuartos de final, cuestión que se dirimirá en su duelo particular. Entretanto, a los perdedores de este lunes y Olharan-Zabala no les quedan opciones y su último enfrentamiento será sin nada en juego (ambos están fechados para el 30 de diciembre). 

Erkiaga-Ibarluzea y Urreisti-Gorka ganan a Johan-Lekerika y Goitia-Del Río en la primera jornada del Winter Series. José Mari Martínez

Presionados Johan-Lekerika en una cita a vida o muerte, acabaron protagonizando un partido de dos caras. El fino olfato del delantero de Biarritz fue el sustento de su compañero en el segundo joko y el desempate, tras un buen descorche.

El dos paredes de Leke

El zaguero de Gernika zanjó el primer set con un dos paredes de derecha desde el cuadro once. Marca de la casa. Caviar. Sin embargo, tras el paso por el vestuario se le acabó la chispa. Erró pelotazos, le costó ponerse al bote y se le vio incómodo, alejado de su mejor versión. Con esas credenciales, se crecieron el siempre contestón Urrutia –le sobra desparpajo para buscar las cosquillas a cualquiera– y, en especial, Basque. En cuanto el titán de Bidarte jugó de cara, se acabó la fiesta.

Resucitaron los de azul después de un inicio en el que Johan asumió la responsabilidad rematadora con un 7-1. Romo Thibault, a Lekerika se le puso el viento de cola. Los favoritos manejaron ventajas jugosas: 8-3, 10-5, 12-7 y 14-9 hasta el 15-10 final.

Desfibrilador al final

Una vez enderezado el rumbo de los de Iparralde en el segundo parcial, en el que tuvo que intervenir el VAR en el 4-6 con juicio favorable a los azules, el partido se abrió de par en par. Lekerika se hundió y no consiguió darle la vuelta hasta el tramo final. Sus rivales crecieron. Volaron.

Así, el 11-15 puso pimienta al enfrentamiento, pero también dejó muy tocadas las esperanzas de Johan-Lekerika. En el desempate quedó patente la ambición del rematador de Lapurdi, dispuesto a caminar por el alambre del funambulista. Urrutia-Basque estuvieron 2-3. El 2-4 fue un yerro del de Biarritz derivado de los problemas de Lekerika para ponerse al bote de la pelota. Dos remates preciosos del menor de los Sorozabal pusieron el 4-4. Un palo del delantero marcó el 4-5. Sorpresa por un lado y drama por el otro. El Grupo B está solucionado.