Gipuzkoa

Soto: "La explanada de Manteo está hecha a base de rellenos contaminados"

La Asociación de Vecinos de Ulia muestra su preocupación por los movimientos de tierra que supondrá en Basque Culinary Center
Soto: "La explanada de Manteo está hecha a base de rellenos contaminados"
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03:23

La construcción de la nueva sede del Basque Culinary Center vuelve a generar debate y, en esta ocasión, el motivo es el terreno destinado para su construcción. En el estudio geotécnico contratado por el BCC desveló que en la tierra consta de, al menos, 5 metros de rellenos artificiales heterogéneos entre los que se identifican restos de materiales de construcción y esos rellenos proceden, al menos en parte, de empresas que en la década de los 50 a los 70 ocupaban la zona comprendida en la actualidad entre Gran Vía y la Avenida Navarra. En ese lugar hay gran cantidad de suelos incluidos en el Inventario de suelos potencialmente contaminados de Ihobe, por lo que la probabilidad de que existan sustancias contaminantes del suelo en los terrenos del BCC es muy elevada.

En Gipuzkoako Kale Nagusia de Onda Vasca nos ha hablado de todo ello Félix Soto, el presidente de la Asociación de Vecinos de Ulia. Desde que se habló de la construcción de la sede la asociación de vecinos no ha cesado en su empeño y ha llevado al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco todas las irregularidades relacionadas con la licencia "pero todo sigue adelante, a pesar de todo el Ayuntamiento de Donostia no ha suspendido los trabajos". Soto ha explicado que que la legislación vigente en materia de suelos contaminados establece unos procedimientos a cumplir en una situación como la que se presenta, pero estos documentos no se han presentado y es ese el motivo de los retrasos en las obras.

"Hemos dirigido una comunicación al alcalde, Eneko Goia, y a los concejales solicitando que tomen cartas en el asunto con urgencia, dado que el inicio de las obras en inminente" pero no confían y temen que una vez comiencen a trabajar el TSJPV pare los trabajos y sea ya demasiado tarde, Soto calculaba que recibirían alguna respuesta del Tribunal en verano de 2024.

El comienzo de esas obras, por un lado, supondrían la destrucción de la zona verde y por otro, añadía Soto, el peligro ya que los residuos tóxicos bajo tierra no suponen riesgo para la salud, pero, al mover ese terreno el polvo tóxico se dispersaría en el ambiente.

 

28/11/2023