Hoy se cumplen quince años del grave accidente en el aeropuerto de Barajas del vuelo JK5022 de la compañía Spanair con 172 personas a bordo con destino a Las Palmas de Gran Canaria. Nada más despegar se produjo el siniestro que dejó 154 muertos y del que sobrevivieron solo 18 pasajeros.
Sucedió el 20 de agosto de 2008 cuando cientos de viajeros en el aeropuerto de Barajas comenzaban o regresaban de sus vacaciones. Uno de los vuelos de esa mañana no llegó a su destino, en Las Palmas, residencia de la mayoría de sus pasajeros.
El tercer accidente más grave de la historia de la aviación española, según determinó el informe de la comisión de investigación, se produjo por una concatenación de errores en el que todas las medidas de seguridad fallaron. Fue el 20 de agosto de 2008 cuando un avión McDonnell Douglas MD82 de Spanair despegó de la pista 36 del aeropuerto madrileño.
Tras elevarse apenas 12 metros a las 14.45 horas descendió bruscamente e impactó sobre el terreno con el cono de cola y, casi simultáneamente, con la punta del ala derecha y los capós del motor del mismo lado.
Murieron 154 personas, la última falleció a los tres días, y 18 resultaron heridas. Previo al despegue, el comandante del vuelo había pedido la revisión de la aeronave al detectar una avería en el indicador de la temperatura. Meses más tarde, el siete de octubre de ese mismo año, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil aprobó el informe preliminar, y señaló que durante el despegue los valores de deflexión de los flaps fueron de cero grados y que ninguna alarma detectó la configuración errónea.
Así las cosas, el juez imputó a tres técnicos de la compañía por homicidio imprudente. Un año más tarde, la CIAIAC publicó su informe, del que se desprende que el avión despegó con los flaps replegados, y falló el sistema encargado de advertir a la tripulación.
Para evitar accidentes de tal magnitud, el Parlamento Europeo dio luz verde a un reglamento para mejorar la seguridad aérea y garantizar las investigaciones en la aviación civil.
Además, según el informe del órgano pericial designado por el juez, el personal de mantenimiento del avión “no llegó a identificar la causa de la avería y despachó el avión incorrectamente”. Y ampliaron las imputaciones, acusando a tres directivos de Spanair, como solicitaban los afectados. Y es que el informe de la CIAIAC concluyó que la tripulación no configuró correctamente el avión, no desplegó los flaps y no detectó esos errores porque no funcionó el sistema de alerta.
Archivada la causa
A pesar de las denuncias de las asociaciones de afectados, la Audiencia Provincial de Madrid archivó la causa penal, al considerar que la responsabilidad del siniestro no era imputable a los técnicos, sino a la actuación “errónea” de los pilotos, fallecidos en el siniestro.
Así las cosas, el TC rechazó amparar a los afectados, al no existir violación de un derecho fundamental tutelable al amparo. Posteriormente, el Congreso aprobó el dictamen de comisión que señaló a 18 cargos políticos vinculados a Fomento, y fue enviado a la Fiscalía. Y hace tan solo un año, 14 años después del siniestro, el Supremo condenó a Mapfre a pagar 3,8 millones a 40 familiares de las víctimas. Sin embargo, el grave accidente aún se encuentra a la espera de respuestas judiciales, una década y media después. – NTM
la asociación de víctimas
“es un milagro que sigamos en pie”
lll Denuncian las trabas enfrentadas. La presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, Pilar Vera, indicó ayer que es “un milagro” que, pese a los “enemigos poderosos” a los que se han enfrentado en los 15 años que se cumplen este domingo del accidente del vuelo de Spanair en el que murieron 154 personas y 18 sobrevivieron con lesiones, la entidad que preside “siga en pie”. Pese a ello, reivindicó los cambios que ha podido impulsar la asociación sin el apoyo de las administraciones : la prohibición recogida en el Estatuto de la Víctima de 2016 de que abogados puedan acercarse a víctimas de este tipo de tragedias hasta que pasen 45 días, o que las compañías aéreas tengan un plan de asistencia a las víctimas.
en corto
Resoluciones
judiciales. La asociación se encuentra a la espera de dos respuestas judiciales. Por un lado, sobre si se admite o no a trámite una querella criminal que han presentado contra ocho de los 18 responsables sobre los que puso la lupa el dictamen de la comisión de investigación de la tragedia en el Congreso de los Diputados y que, en opinión de Vera, hizo que la investigación oficial de la CIAIAC –que únicamente veía culpables a los pilotos– quedara “completamente desacreditada”. Por otro lado, el Supremo todavía tiene que responder sobre la petición de la asociación de que no se aplique con carácter general el baremo de accidentes de tráfico a la hora de abonar las indemnizaciones a las víctimas. Sin embargo, la asociación de víctimas admite que no tienen “mucha esperanza” de que estas resoluciones judiciales les sean favorables: “No sabemos hasta qué punto un dictamen del Poder Legislativo, sería muy novedoso y muy singular, tendría el peso y la validez suficiente para que el Poder Judicial acometiera una investigación”.
Denuncia
En agosto del año pasado, los afectados por el grave accidente del avión de Spanair denunciaron el bloqueo político y consideran que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, pudo cometer prevaricación “al decidir no enviar el dictamen a la Fiscalía General”.