La cadena de cafeterías Starbucks ha anunciado una inversión de 1.000 millones de dólares para, entre otras cosas, subir el sueldo a sus trabajadores, pero ha advertido expresamente que no incluirá a los empleados de las cafeterías que se han sindicalizado o están en proceso de hacerlo.
El director ejecutivo de la compañía, Howard Schultz, asegura que la compañía "hará inversiones adicionales en los trabajadores y las tiendas para áreas prioritarias, como el aumento salarial, capacitación y colaboración modernizadas y la innovación en tiendas".
Según un comunicado en su página web, con esta inversión los empleados empezarán a cobrar 15 dólares la hora a partir del 1 de agosto y se les reconocerá la experiencia acumulada. Otra de las iniciativas consistirá en el lanzamiento de una aplicación para crear una comunidad digital con los 240.000 empleados de la cadena en Estados Unidos y que, según Starbucks, ofrecerá "más oportunidades a los trabajadores para ser escuchados y tener voz".
Sin embargo, al final de la nota corporativa se precisa que "los nuevos cambios de salario y de beneficios se aplicarán a las tiendas en las que Starbucks tiene derecho a realizar estos cambios de manera unilateral". "Donde Starbucks no tenga el derecho de realizar estos cambios unilateralmente, como las tiendas donde hay un sindicato o haya organización sindical -precisa la empresa-, Starbucks proporcionará los aumentos salariales que se anunciaron en octubre de 2021 o, de lo contrario, cumplirá con los requisitos legales aplicables".
El sindicato de Starbucks, que desde el pasado diciembre se ha establecido en medio centenar de cafeterías, aseguró que ha presentado una denuncia contra las "amenazas" de Schultz de no incluir a los trabajadores de los sindicatos en dichos beneficios. "Así no es como funciona la legislación laboral y Starbucks los sabe", escribió el sindicato SBWorkersUnited en un mensaje de Twitter.