David Silva juega 60 minutos en su regreso tras un mes lesionado y ofrece una versión ilusionante
David Silva está de vuelta. Y esa es una muy buena noticia. El canario, es cierto, está lejos de su mejor versión, como no podía ser de otra manera. Un mes alejado de los terrenos de juego es lo que tiene. Sin embargo, su sola presencia en el terreno de juego ya es un alivio. Ayer volvió a ofrecer una clase magistral de cómo se juega en esos metros finales. Nadie como él en espacios reducidos. Esa clarividencia es un regalo para los ojos del espectador y un don del que ayer se pudo aprovechar el equipo txuri-urdin, aunque el tanto de la victoria llegó ya sin el canario sobre el verde. Su participación se acabó en el minuto 60. Misión cumplida.
El mago de Arguineguín debutó por fin en la competición europea. Fue en un calentamiento de otro partido internacional cuando se produjo su última lesión. El parte médico emitido con posterioridad hablaba de una lesión en el soleo de su pierna derecha, un percance que le ha tenido en el dique seco desde el pasado 16 de septiembre. Pero esa lesión, por lo visto ayer, ya forma parte de la historia. O eso parece.
Silva, muy pronto, dio muestras de la calidad que atesora para generar la primera ocasión de gol del equipo de Imanol Alguacil. Un pase interior a Isak terminó con el disparo del internacional sueco, que fue taponado por Affengruber. Solo hubo que esperar dos minutos más para ver de nuevo a Silva merodeando la portería austriaca. En esta ocasión se intercambiaron los papeles y el esférico dejado por el sueco acabó en las botas de Silva, pero su disparo, con Siebenhandl ya batido, se encontró con Affengruber, el mejor de la defensa del Sturm Graz en la noche de ayer.
El partido, sobre todo en la primera mitad, era más de ida y vuelta de lo que le hubiese gustado a Imanol, y por ende, a David Silva, que no conseguía aparecer tanto como lo requería su equipo. Pese a todo, casi todo el fútbol de la Real pasaba por sus botas. Antes de que terminase la primera mitad, volvió a buscar en profundidad a Portu, pero la acción termino sin consecuencias positivas.
La mejor oportunidad Hubo que esperar a la segunda mitad para ver la mejor ocasión para David Silva, pero su remate con la derecha se marchó por encima de la portería defendida por Siebenhandl. Lo tenía todo a su favor, pero el canario no acertó. Un pase interior de Mikel Merino hizo que Isak se inventase una jugada, dejando pasar el balón, y su posterior pase con el exterior de la derecha no fue aprovechado por un Silva que no daba crédito a la ocasión desperdiciada. Era el minuto 49.
La Real se había hecho con el dominio del partido y al canario se le veía como en casa, jugando y haciendo jugar, ofreciéndose, siempre buscando la mejor opción para los suyos. Y antes de ser sustituido, le dio tiempo a intervenir en una acción peligrosa. Silva se encontró con Janu, que, con el rabillo del ojo, vio la incorporación de un valiente Aihen Muñoz. El disparo del lateral izquierdo fue enviado a córner por Siebenhandl tras una buena intervención. El de Etxauri, como en su momento hizo Silva, se llevó las manos a la cabeza, pensando en la ocasión desperdiciada. Ahí se acabó la aportación del de Arguineguín.
La Real Sociedad ganó y recupera para la causa a uno de sus mejores soldados. Esperemos que sea para mucho tiempo.
El canario debutó por fin en Europa después de haberse lesionado en el calentamiento de otro partido internacional