Una mujer de 67 años de edad ha sido la primera guipuzcoana en someterse a una novedosa intervención que, en tan solo tres horas de quirófano, ha logrado que esta mujer deje de sufrir dolor cada vez que realiza un acción tan habitual como es tragar. Hace 12 años le diagnosticaron acalasia e, incluso, fue intervenida quirúrgicamente en un hospital de Madrid. Sin embargo, esa operación no consiguió que remitiera el dolor. Ahora sí ha logrado recuperar una vida normal gracias a la intervención que, el pasado 21 de marzo, le realizó el Dr. Francisco Javier Zozaya, de la Unidad de Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa.
Entrevistado en Onda Vasca, el Dr. Zozaya ha explicado que la acalasia es una enfermedad que consiste en que, cuando tragamos, el músculo que conecta el esófago con el estómago, que se debería relajar para facilitar el paso de los alimentos, "no se termina de relajar bien y esto provoca, principalmente, un síntoma que es la dificultad para tragar, conocida como disfagia, pero también pueden aparecer otros síntomas como el dolor torácico asociado al momento de tragar". Y este era el caso de la paciente guipuzcoana.
Se trata de una enfermedad conocida por los médicos desde hace tiempo, pero la investigación ha permitido una mejora en su diagnóstico y, sobre todo, en la diferenciación de los tipos de acalasia. Y esto ha sido clave en el caso de la mujer guipuzcoana. Según detalla el Dr. Zozaya "cuando la paciente fue diagnosticada, todas las acalasias se englobaban en un mismo tipo y, en aquel momento, el único tratamiento eficaz que había era un tratamiento quirúrgico". Sin embargo, en su caso no funcionó por el tipo de acalasia que padecía. "Era una acalasia tipo 3". Determinar esto permitió que fuera intervenida de forma endoscópica con una novedosa técnica denominada POEM.
Intervención menos invasiva y más eficaz
Tal y como afirma el Dr. Zozaya, "nosotros somos digestivos endoscopistas, que nos diferenciamos de los cirujanos en que el acceso por el cual trabajamos es diferente. Siempre entramos por orificios naturales. En este caso, entramos por la boca y, como si fuésemos una gastroscopia convencional, introdujimos el tubo de goma. Realizamos un túnel por dentro de la pared del esófago, nos introdujimos a través de la mucosa y avanzamos entre las diferentes capas de la pared hasta la unión entre esófago y estómago. En ese momento cortamos parcialmente las fibras musculares tanto de esa unión como, en el caso de esta paciente, de gran parte del esófago".
Una técnica endoscópica con la que el Dr. Zozaya logró dos objetivos: "primero, un acceso a un área a donde los cirujanos no podían llegar como es el área torácica, el esófago, y segundo, una recuperación prácticamente inmediata, porque no hemos tenido que hacer cicatrices sino que fue una técnica que realizamos por orificios naturales".
El médico de la Unidad de Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa cree que es una técnica que cogerá fuerza en el futuro ya que, desde hace unos 5 - 7 años, se utiliza cada vez más. "Esta técnica está ganando mucho espacio por dos motivos. El primero es que la acalasia ha pasado de ser de ser una enfermedad que la podríamos clasificar como enfermedad rara a una enfermedad más frecuente de lo que creíamos. No tanto porque ahora haya más casos, sino porque ahora diagnosticamos más y mejor, con diferentes pruebas que tenemos para conseguir este diagnóstico". Afirma el Dr. Zozaya que el segundo de los motivos es que "el hecho de que las técnicas endoscópicas hayan avanzado mucho nos permite poder ser más agresivos por vías menos invasivas."
Esta ha sido la segunda intervención con la técnica endoscópica FOEM que se llevaba a cabo en Euskadi y el primer caso en Gipuzkoa. Concluye el Dr. Zozaya que "fue muy bien, la paciente se recuperó muy bien y permanece sin los síntomas que le hicieron acudir a nuestra consulta: está sin dolor y está sin dificultad para tragar".