Choque de trenes entre el PSOE y su a priori socio natural, Sumar. Cuando la acumulación de apoyos resulta clave para encauzar la investidura del próximo presidente español, ya sea Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo, la coalición que lidera Yolanda Díaz ve con preocupación que, en estos primeros compases de las negociaciones, el esfuerzo de los socialistas está resultando, según su parecer, a todas luces insuficiente. Le acusan por ello de “falta de ambición” y le llaman a remangarse y afrontar el diálogo con el resto de grupos “en serio”.
El premio es muy goloso y las apuestas son, por tanto, muy elevadas. Por ejemplo, Junts, cuyo voto a favor es imprescindible para que Sánchez sea reelegido en el cargo, ha puesto encima de la mesa desde el primer momento la amnistía de los procesados en el procés y un referéndum de independencia. Ante este panorama, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, dijo que le “sorprende” y “no comparte” la actitud mostrada por el PSOE en estos primeros contactos, por lo que le llamó a concretar políticas “ambiciosas”.
En Sumar “no queremos ir a una configuración de un Gobierno de coalición con pocos compromisos concretos, queremos que sean ambiciosos. Y por lo tanto, a la vez que estamos buscando los apoyos de ERC y de los demás socios en el Parlamento, sí queremos trasladar al PSOE y pedirle que se siente a negociar en serio”, insistió en una entrevista en la Cadena Ser. Se mostró a su vez convencido de que en los próximos días el PSOE cambiará de postura y habrá acuerdo, al tiempo que incidió en que el resultado de las urnas el 23 de julio evidencia que “este país no quiere PP-Vox”.
El Partido Socialista se revolvió contra estas acusaciones y fue el ministro de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Héctor Gómez, el encargado de responder al asegurar que el PSOE atesora “coraje, arrojo y capacidad de gestión”. En TVE, defendió que su partido “ha demostrado en numerosos gobiernos de lo que es capaz” y ha “liderado con solvencia un Gobierno con muchas dificultades” en la última legislatura. Consideró que todo ello deja “fuera toda duda” las capacidades de su formación y apeló a mantenerse bajo “el paraguas de la discreción” en las negociaciones tanto para una posible investidura progresista como para la formación de la Mesa del Congreso. “No es momento de escenificar y sí de alcanzar acuerdos”, apostilló.
Ayer mismo, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, presentó sus credenciales como diputado del Congreso, pero no lo hizo presencialmente, sino por delegación a través de uno de sus colaboradores.