Sumar pide el recálculo del Cupo para “corregir desigualdades”

Con los ecos aún recientes de la propuesta todavía desconocida en sus detalles entre ERC y PSC del Concierto económico catalán, el sistema fiscal vasco vuelve a salir a la palestra en el rifirrafe político estatal. Esta vez ha sido el portavoz parlamentario de Izquierda Unida y diputado de Sumar, Enrique Santiago, el que ha planteado el recálculo del Cupo vasco y la Aportación navarra para evitar diferencias entre los ciudadanos del resto del Estado.

El diputado del partido liderado por Yolanda Díez aboga por aplicar un “mecanismo de rediscusión de las cantidades que se abonan en el Cupo y la finalidad de estas”, esto es, un recálculo. En declaraciones ayer a Radio Euskadi, Santiago precisó que su formación no cuestiona el sistema del Concierto y el Convenio ni plantea su modificación, tan solo que “los cupos actualmente existentes –el de la CAV y el de Nafarroa– también se utilicen para corregir desigualdades de ciudadanos de otros territorios del Estado”, lo que a su juicio no significa “necesariamente” que estén planteando una modificación en el Concierto vasco y el Convenio navarro.

Para Santiago, lo debatible serán las cantidades del Cupo vasco y la Aportación navarra, no el mecanismo de ambos sistemas fiscales y sus competencias de recaudación o definición de de sus impuestos. “No hemos cuestionado nunca la potestad de las diputaciones vascas o del Gobierno navarro de definir sus sistemas impositivos”, añadió.

El diputado se refirió al acuerdo de financiación para Catalunya entre Esquerra, que lo ha bautizado como Concierto económico catalán, y el Partido Socialista catalán y señaló que su grupo parlamentario defiende un sistema de financiación que “compense las desigualdades territoriales”.

Santiago apuesta por un modelo de estado federal que supone que las competencias tienen que descentralizarse al máximo, también las económicas, “pero hay que mantener un mecanismo de corrección de desigualdades que ayude a ciudadanos de otros territorios del Estado” y esto en el caso vasco pasaría por un recálculo del Cupo y la Aportación. En este sentido, Santiago insistió que “no es un problema del Cupo vasco, sino del dinero que habrá que ver en cada momento que se debe transferir para atender las necesidades del Estado, no del mecanismo, sino del dinero, la cuantía”.

A su juicio, “quienes más ingresan tienen que pagar más impuestos y con ese dinero se tienen que compensar desigualdades”, explicó Santiago, para asegurar que están dispuestos a estudiar cualquier mecanismo de modificación de la financiación territorial, siempre y cuando vaya acompañado de una profunda reforma fiscal, “porque lo que no puede ser es que haya territorios que hagan un dumping fiscal, que perdonen impuestos a los más ricos y que luego pretendan no atender asuntos sociales o desigualdades”, señaló en referencia a Madrid.

En ese sentido, ha dicho que lo de la Comunidad de Madrid es “un escándalo” porque es “un absoluto agujero negro en materia fiscal, no se cobran impuestos a los ricos y luego tienen la osadía de exigirle al Estado transferencias de recursos que pagan los trabajadores”.

El Cupo y la Aportación son la cuantía que anualmente pagan la comunidad autónoma vasca y la de navarra al Estado para financiar los servicios que están centralizados pero de los que también se benefician los ciudadanos de ambas comunidades. Como recaudan sus impuestos (no lo hace la Agencia Tributaria, como ocurre con las comunidades de régimen común), tienen que pagar luego su parte de los servicios centralizados.

En el cálculo del Cupo se estima el gasto realizado por el Estado para todas las comunidades autónomas y se aplica un coeficiente para ver qué parte de la financiación le correspondería. Este coeficiente es del 6,24% en el caso de la CAV y del 1,6% en el de Nafarroa. Además, existe un Fondo de Solidaridad Interterritorial que aporta Euskadi, una partida económica variable, que figura cada año en los Presupuestos Generales del Estado y que se reparte entre las comunidades cuyo PIB por habitante se sitúa por debajo de la media estatal.