Fue el soniquete de la comparecencia: “Estamos aquí para asumir responsabilidades”. Así respondió una y otra vez Ernest Urtasun, portavoz de Sumar, cuando los periodistas le cuestionaban sobre el fondo del asunto del caso Errejón, es decir, sobre si alguien, empezando por la líder de la formación, Yolanda Díaz, iba a adoptar medidas drásticas, o cuando se le interpelaba sobre cómo de débil sale la marca tras este turbio desenlace que ha acabado con la dimisión de quien estaba diseñando la hoja de ruta del partido tras las acusaciones recibidas por violencia machista. Pero más allá de esta frase, pedir disculpas y anunciar un programa de formación que será obligatorio para dirigentes y cargos públicos; Sumar se limitó a responsabilizar lo acontecido a un fallo en los protocolos de prevención, poniendo a salvo la figura de la vicepresidenta segunda del Gobierno español. Eso sí, hay conciencia de que han “quebrado la confianza de la ciudadanía” en su proyecto, avanzando que habilitarán mecanismos de apoyo y acompañamiento a las víctimas de los comportamientos de Errejón.
El grupo parlamentario, que debe buscar un reemplazo para su portavocía en el Congreso, se reunirá mañana en un encuentro presidido por Díaz y evitó referirse a los siguientes pasos a nivel organizativo, tampoco respecto a la asamblea de diciembre para reestructurar el partido. “Trabajaremos por recoser esta confianza perdida”, señaló Urtasun, ahondando en que han actuado con “contundencia y celeridad” ante informaciones “devastadoras”. Y que de haber tenido conocimiento de los hechos antes, Errejón habría sido cesado tiempo atrás. Aunque voces como María Eugenia Rodríguez Palop, a quien la líder de Sumar fichó en las filas de Podemos y que ya ha dejado la política, sostuvo el jueves que Sumar conocía desde hace más de un año denuncias en las redes que señalaban “específicamente” a Errejón y que “no se prestó la atención que se debía haber prestado”.
Urtasun tampoco quiso profundizar en la actuación de Más Madrid, que en un comunicado admitió que conocía una denuncia de junio de 2023 sobre un tocamiento no consentido en Castellón y que en la noche del viernes cesó a Loreto Arenillas por su intermediación con la mujer denunciante. Arenillas renunció como diputada madrileña y acusó a su partido de haberla empleado como “chivo expiatorio”, apuntando además a la actual portavoz en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, que entonces era secretaria de Organización, y que según la ya exdiputada madrileña no elevó el caso a los órganos del partido. Cuestionado sobre si Bergerot o Mónica García deben dimitir, Urtasun viró y dijo que es Más Madrid quien debe dar explicaciones, aunque en el caso Errejón hayan actuado de la mano, de forma coordinada y en la misma dirección.
El portavoz recalcó una y otra vez que Sumar no tuvo conocimiento de las denuncias de comportamientos machistas y de violencia sexual por parte de Errejón. Interpelado sobre por qué no tuvieron constancia de esa acusación anteriormente, apuntó que tendrán que analizarlo, que los protocolos no funcionaron bien y que su afán es que esto no vuelva a ocurrir. Repitió en diversas ocasiones que solo supieron de las denuncias esta semana, que le pidieron explicaciones al ya exportavoz y que éste asumió los hechos. Que fue la propia Díaz quien conversó con el exdiputado y le pidió que dimitiera de todos cargos, algo que también hizo la ejecutiva de Sumar, dejando claro que Errejón ya no tiene ninguna vinculación con el partido. Sumar ofreció su colaboración a las instituciones y organismos que la requieran y continuará con el procedimiento interno para esclarecer “cualquier hecho contrario a los valores feministas”. Pero todo dio sensación de ser un simple “lo siento, no volverá a pasar”.
La actriz detalla el episodio con Errejón: “Pensé en una historia de amor”
“Sólo quería tocar mi cuerpo y meterme la lengua”. La actriz Elisa Mouliáa asegura que “estaba ilusionada” y pensaba que podía tener una “historia de amor preciosa” con Errejón, al que “tenía en un pedestal”. “Pero en lugar de encontrarme con algo romántico me encontré con una persona que lo único que quería era tocar mi cuerpo y meterme la lengua”, afirmó ayer en la red social X tras judicializar su denuncia. Mouliáa quiso con su mensaje “aclarar” a los “neandertales” que le dicen que debía estar en casa con su hija y marido el día de los hechos: “Una mujer puede salir de fiesta con sus amigos cuando quiera y sin que la juzguen, teniendo o no marido”, zanjó, para precisar que ya estaba separada y en proceso de divorcio.