El primer ministro británico, Rishi Sunak, salvó este miércoles una de las situaciones más complicadas de su mandato, al conseguir el apoyo de la mayoría conservadora para sacar adelante su polémica ley para deportar inmigrantes a Ruanda.
Pese a que más de 60 diputados 'tories' habían votado enmiendas en contra de las directrices del Gobierno, finalmente el texto salió adelante sin dificultades en tercera lectura gracias al apoyo de 320 diputados, frente a 276 rechazos.