Un hombre solo es incapaz de derrotar a todo un equipo. Por mucho que Wade Baldwin se vistiese la capa de superhéroe en la segunda mitad, su superlativa actuación tras el paso por los vestuarios resultó insuficiente. Estuvo muy solo. Muy, muy solo. Pocos de sus compañeros le echaron un cable en los momentos de la verdad.
Escondidos. También lo estuvo él en una primera parte que acabó condenando al equipo. Y es que el terrorífico parcial de 17-0 encajado en los cuatro minutos que van desde que faltaban 7:28 del segundo cuarto hasta 3:19 acabó por condenar a un Bitci Baskonia, lastrado también por las 10 pérdidas que tuvo para el descanso.
Desde ese momento, el cuadro gasteiztarra estuvo siempre a remolque. Iba a tirones. De esfuerzo en esfuerzo para acercarse a un Bayern, que sabía escaparse a tiempo cuando sentía a los azulgranas acechándole. Los de Spahija estaban en todo momento haciendo la goma y al final fruto de su inconsistencia acabaron cediendo y descolgándose.
No pudo ser. Y eso que un Baldwin desaparecido en la primera mitad trató de echarse al equipo a la espalda en los segundos 20 minutos. El estadounidense volvió a firmar un partido espectacular ante su exequipo tal y como había hecho en la primera vuelta.
Y eso que su primera parte fue para olvidar. El de Nueva Jersey se fue al descanso con dos míseros puntos anotados en dos tires libres. Un fallo en tiros de dos y otro en triples le impidieron aumentar su cuenta anotadora. Al menos, sus cuatro asistencias le permitieron acabar con cinco puntos de valoración.
Pues bien, Baldwin se salió en una segunda parte para enmarcar. El exterior anotó 21 puntos gracias a una carta de tiro espectacular: 7/7 en tiros de dos y 7/7 en tiros libres. Tan solo falló un triple, durante un segundo periodo en el que añadiría 3 mates y 6 faltas recibidas para una valoración de 25 puntos tras el paso por los vestuarios. Al final concluiría con unos números magníficos de 23 puntos, 2 rebotes, cuatro asistencias, 8 faltas recibidas y 30 de valoración. De lujo, pero insuficientes.
Poca ayuda. Quizá destacar la de un efectivo Sedekerskis. El lituano comenzó encendido con 8 puntos, 5 rebotes y 11 de valoración en el primer cuarto. El báltico, pese a que se fue difuminando en ataque, concluyó con unos notables 11 puntos, 8 rebotes y 21 de valoración en un partido en el que no falló ni un tiro. Demostró que se puede contar con él. Pero deben llegar más. Este ejército necesita más soldados. l