Dominik Szoboszlai es el último futbolista que vinculan con la Real. El reputado periodista especialista en mercado, Gerard Romero, anunció ayer en su suenta de twitter que el húngaro iba a vestir de txuri-urdin y que "llegará este fin de semana a San Sebastián, para convertirse en nuevo jugador de la Real". En teoría, de confirmarse la operación, este tendría que venir cedido o con una opción de recompra que abarataría su coste, porque su valor de mercado es de 28 millones de euros, una cifra prohibitivo para las arcas realistas. Por su parte, el agente, Mathyas Esterhazy, quiso salir al paso de la información: "Por supuesto que hay interés en mi cliente, tuvo una muy buena temporada con el Leipzig, pero está de vacaciones en Hungría y se unirá a la selección nacional el lunes. Todo lo demás no es verdad".
Szoboszlai es un extremo izquierdo o mediapunta, que atesora una calidad impresionante y un golpeo extraordinario con su pierna derecha que le convierte en un acreditado especialista de libres directos. A sus 21 años acumula mucha experiencia, al destacar en el Salzburgo hasta el punto de que el Leipzig pagó 22 millones para hacerse con sus servicios en enero de 2021. Sería un auténtico bombazo que lo fichara la Real.
Desde el club se mostraban tajantes ayer y aseguraban que "no había nada". Pero el propio diario Bild, que en materia futbolística es mucho más fiable, publicó que el acuerdo está cerca. Eso sí, en informaciones más recientes, ha revelado unas palabras del director deportivo del Leipzig, Oliver Mintzlaff, que dicen lo contrario: "Por supuesto que se queda en Leipzig. Ya lo hemos hablado con su agente y también es el deseo del jugador". Lo que está claro es que el jugador está apuntado en mayúsculas en la lista de la compra de Olabe y ahora habrá que ver si la Real encuentra la manera de hacerse con sus servicios. Hoy mismo había un vuelo privado de Budapest a Donostia que, casualmente ha sido cancelado en las últimas horas. No se puede descartar que la entidad txuri-urdin repitiese la fórmula con la que sedujo a Odegaard quien estuvo visitando Donostia y mantuvo hasta una reunión en Anoeta lo que acabó de convencerle de que era el destino ideal para continuar su carrera.
Como tiene contrato en vigor, no podría viajar sin el permiso del Leipzig, por lo que al destaparse la negociación y hasta el viaje, la Real no habría tenido más remedio que echar marcha atrás y tendrá que idear otra estrategia para llevar a buen puerto una operación muy complicada que, eso sí, confirma que la dirección deportiva es ambiciosa y apunta muy alto para reforzar el equipo de cara a la próxima campaña.
Otra cuestión importante es que cuando sale a la luz de forma tan detallada una posible operación, el club no tiene más remedio que salir de la forma más decorosa y sin demasiados daños de la situación, ya que, como han confirmado a este periódico, podría encontrarse inmerso en una guerra de intereses, incluo con más operaciones abiertas, que podrían verse perjudicadas después de que haya trascendido su interés antes de tiempo. Esto no hace más que confirmar que el húngaro no es el único de la lista de Olabe y que, por cierto, la dirección deportiva llevaba ya mucho camino recorrido buscando un sustituto antes de la confirmación de que no iba a seguir Januzaj.