Cada maestrillo tiene su librillo y también sus preferencias a la hora de establecer las jerarquías. De la misma forma que un jugador condenado al ostracismo en un tramo de la temporada puede revivir con un cambio de entrenador, los hay susceptibles de perder peso si el club aplica la cirugía en el banquillo. Tadas Sedekerskis, sin ir más lejos, era uno de los ojitos derechos de Dusko Ivanovic. Cuando la creencia generalizada en el baskonismo era que jamás daría un paso al frente tras un cúmulo de cesiones infructuosas, el montenegrino dio toda la confianza del mundo al canterano lituano convirtiéndole en un baloncestista total.
Si bien le siguió faltando en algún partido esa pizca de egoísmo para tomar más responsabilidades en ataque, el canterano aportaba unos intangibles impagables gracias a un físico diferencial que premiaba sus muchas horas en el gimnasio. Pues bien, el panorama ha cambiado de forma radical en poco tiempo para Tadas desde el desembarco de Neven Spahija.
Su cuota de protagonismo y, sobre todo, su minutaje han descendido de forma drástica. El lituano ha pasado de disputar 26 minutos de media en la Liga ACB y 22 en la Euroliga a 19 y 17, respectivamente. Una pérdida de pujanza que salta a la vista y puede verse agudizada a partir de ahora con el regreso de Alec Peters en su demarcación.
En el primer partido que ambos estuvieron a disposición ante el Real Madrid, el desequilibrio entre la participación de uno y otro fue evidente. Pese a estar recién salido de lesión, el 'cuatro' estadounidense –sin ritmo y al que esa mole llamada Yabusele hizo un traje con una diferencia de físico terrible– se fue hasta los 26 minutos, mientras que Sedekerskis dispuso de apenas 11.
El báltico es posiblemente el jugador más capacitado para frenar las volcánicas acometidas del voluminoso ala-pívot francés y el único capaz de aguantarle cuando empuja a su par hacia atrás, pero Spahija no lo entendió así y el Baskonia se desangró en los primeros compases del encuentro.
Una decisión hasta cierto punto sorprendente teniendo en cuenta que el Baskonia no va sobrado actualmente bajo los aros de poderío físico, músculo y envergadura tras la fallida apuesta por Landry Nnoko, todavía sin recambio en Vitoria. El técnico croata quiere jugadores que básicamente abran el campo y amenacen desde el exterior, de ahí que Tadas -sin una muñeca tan fiable como otros compañeros pese a sus progresos de los últimos tiempos- no esté siendo una de sus primeras opciones en las diversas configuraciones del juego interior.
Fontecchio y Costello también están restando minutos en el puesto de cuatro a un canterano obligado a mostrarse sólido a nivel mental para no venirse abajo. También cabe la opción de que Spahija se replantee su rol dentro del equipo y le alinee en el puesto de 'tres' para mejorar las pobres prestaciones colectivas en el rebote y combatir el poderío físico de determinados rivales.
Si, como así parece, Lamar Peters es dado de baja en la ACB, la cuerda exterior baskonista necesitará alguna pieza más para mantener el oxígeno en los encuentros y Tadas puede convertirse otra vez en una pieza importante en los esquemas azulgranas. Seguro que el equipo lo agradece.