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"Tadej Pogacar no está obligado a ganar el Tour, esto no son matemáticas"

Josean Fernández Matxin, mánager general del UAE, junto a Tadej Pogacar en el Tour de Eslovenia.
Josean Fernández Matxin, mánager general del UAE, junto a Tadej Pogacar en el Tour de Eslovenia.

A escasos palmos para que el Tour de Francia brote este sábado en Brest, Josean Fernández Matxin charla con DEIA sobre el reto de dirigir a Tadej Pogacar en la búsqueda de su segundo Tour tras la histórica victoria del pasado curso. El mánager general del UAE considera que Pogacar está preparado para revalidar el título, pero piensa que la carrera no será un duelo exclusivo entre "Tadej y Roglic".

Llega el Tour de Francia. ¿Cómo está Tadej Pogacar?

—Tadej Pogacar está bien, la verdad. La disponibilidad, la preparación y todo lo que acontece a la preparación del Tour ha ido bien. En ese sentido no nos podemos quejar ni en cuanto a la preparación ni a los resultados obtenidos antes de afrontar el Tour por parte de Tadej.

Pogacar ha ganado prácticamente todo lo que ha disputado. ¿Sabe correr sin ir a por todas?

—Yo creo que no. Es un ciclista muy competitivo. Está claro que un corredor como Tadej cuando selecciona el calendario, está súper mentalizado para hacerlo bien. Él va súper convencido de que va a disputar la carrera. Le encanta competir. Esa agresividad, la ambición y el hambre de victoria van con él.

Entiendo que no tiene que azuzarle mucho. Tiene mentalidad ganadora.

—Sí, sin ninguna duda. En la Vuelta a España de hace dos años le planteé un ataque a 40 kilómetros de meta en la penúltima etapa. Para entonces había ganado dos etapas. Estaba dispuesto a arriesgar. A él le daba igual ser cuarto o quinto, quería ganar la carrera. En cuanto le planteé la opción su respuesta fue afirmativa. No lo dudó. No pregunto cómo lo íbamos a plantear o cómo lo haríamos. Estaba convencido de hacerlo. Eso era todo. Lejos de mostrarse con reservas, estaba dispuesto a ir por todas.

Una respuesta así no es lo normal. Se tiende al conservadurismo. ¿Considera que Pogacar tiene un punto de inconsciencia debido a su juventud?

—No. Para nada. Él es así, va con su mentalidad ganadora. Recuerdo que en el pasado Tour de Francia, Allan Peiper, el director, y yo, entramos a su habitación. Fuimos a hablar con Tadej. Él estaba con Joseba (Elgezabal), el masajista, y me acuerdo que estábamos charlando de otras cosas, no de la carrera en sí. Entonces Allan le comentó a Tadej si íbamos a seguir corriendo para ser segundos, para asegurar esa plaza. El pensamiento de Allan era que hacer segundo con un corredor de 20 años era un premio para Tadej, pero él no tenía esos planes. Me acuerdo que Tadej estaba boca abajo y su reacción fue muy clara. Se giró y dijo: "¿como que para ser segundos?, no, no, no. Corremos para ser primeros, primeros".

¿Está mejor Pogacar que el año pasado?

—Sí. Es el ganador del Tour de Francia y sale con el número 1, pero no entiendo eso como que sea el principal candidato. Tampoco creo que la carrera vaya a ser solo un mano a mano entre Tadej y Roglic.

¿Considera entonces que Pogacar va a tener más rivales?

—Sin ninguna duda. ¿Alguien pensaba que iba a ocurrir lo que ocurrió el pasado Tour? Hay un bloque muy importante como el Ineos, con varios candidatos: Thomas, Porte y Carapaz. El Jumbo, además de tener a Roglic tiene a Van Aert, que aún no sabemos si es Jalabert, si es Van Aert o una mezcla de todo junto. Lo cierto es que no se le puede ceder ni un metro en el plano, ni un metro en el esprint y ni un metro en la subida. Además, si solo estamos pendiente de Roglic, ya se sabe... En río revuelto, ganancia de pescadores. Hay varios ciclistas que se pueden aprovechar de eso. Igual que nosotros nos hacemos respetar, también tenemos que respetarlos a ellos.

En cualquier caso, de salida, la responsabilidad recae sobre Pogacar.

—Más que responsabilidad creo que es confianza. Estate seguro de que ningún equipo se va apartar de la carretera para que pasemos.

¿Cuál es el plan para el Tour?

—Defender el número de una manera digna. Pero está claro que la primera semana ya es una semana complicada. Hay que estar muy atentos. La segunda etapa ya está el Muro de Bretaña y el quinto día la primera contrarreloj. En la primera semana la idea es salir vivo porque siempre suele haber problemas, caídas y demás. Se marcarán las primeras diferencias.

El pasado año pocos repararon en Pogacar hasta que estalló en La Planche des Belles Filles. ¿Para ustedes fue una sorpresa aquella resolución?

—Ufff. Vosotros muchas veces lo veis en la globalidad de lo que ocurrió, pero nosotros vivimos tan instantáneamente las cosas que no te planteas si lo que va a ocurrir va a ser así de grande. En las carrera vives el día a día. No miras más allá. Hay que estar concentrado en el momento. No queda otra.

Cuando descubrió a Pogacar, ¿intuía algo así?

—No. Tanto no, la verdad. Uno no sabe nunca cómo va a ser ese progreso. Era evidente que Tadej era muy bueno. No es algo que he descubierto yo. Sabía lo que había. Ganó el solo el Tour del Porvenir. Pogacar atacaba para ganar carreras siendo el maillot amarillo. En ese aspecto estaba claro que era muy bueno porque si no, no se pueden hacer cosas.

Pogacar ha batido todo los récords. ¿Lo esperaba?

—Eso es algo efímero. Por ejemplo, en la Tirreno-Adriático batió todos los récords, pero es que desde 2011 que nadie había bajado el récord de Froome, lo cierto es que no solo lo bajó Tadej, también lo hicieron los doce primeros corredores. No te hablo de que lo batieron solo Tadej y Yates, que fueron los dos primeros. Creo que es una tendencia del ciclismo de ahora. No es una cuestión de Pogacar. Hablé con Nibali y con Urán y me comentaron que tienen los mejores números de sus vidas y no les sirven para competir con ellos.

¿Tiene límites Pogacar?

—Sí. Todo el mundo tiene límites. Decir que va a ganar esto, que va a ganar lo otro€ Por ejemplo, en la Vuelta a País Vasco le ganó a Roglic la etapa de Laudio, pero al esprint al final. No va sobrado como para soltarle en cada momento.

¿Está obligado Pogacar a ganar el Tour?

—No, no. Recuerdo que después de que Egan Bernal ganara el Tour de 2019, se pensaba que tenía que ganar los cinco Tours seguidos y al siguiente llegó con problemas en la espalda, no en su mejor momento y tuvo que dejarlo. Froome se cayó en el Tour de 2014 y se fue para casa. ¿Eso significa que si no se hubiera caído hubiese ganado ese Tour? Pasó lo que pasó. No hay un hubiera. Esto no son matemáticas.

¿Cómo lleva Tadej la presión de defender la victoria de 2020?

—Creo que él tiene la capacidad mental para asumirla. Lo que hemos hecho en el equipo es cambiar el concepto de presión por el de confianza. Le hemos trasladado la idea de que confiamos en él. Es una cuestión de confianza y todos tenemos la confianza de que esté disputando la victoria. Presión tiene alguien que gana 800 euros y tiene que llegar a fin de mes. ¿Presión por ganar una carrera? Eso no es presión.

¿Cuáles son los rivales de Tadej?

—Todo el mundo ve un duelo entre Pogacar y Roglic, pero también están Thomas, campeón del Tour en 2018, Porte, que fue podio en la pasada edición, o Carapaz. No hay que olvidar a Alaphilippe. Es un recorrido que le puede ir bien. Está Enric Mas, que el año pasado fue quinto y tiene que mejorar, es ley de vida. Luego hay corredores jóvenes que pueden salir y gente que sin ser extraordinaria sea regular durante toda la carrera y pueda estar arriba.

El Ineos ha anunciado que saldrá al ataque.

—Creo que hubo un antes y un después en el concepto Ineos cuando Thomas se cayó en el Giro de 2020 por culpa de un botellín en la salida neutralizada de la etapa del Etna. A partir de ahí cambiaron de estrategia. Salieron con el objetivo común de trabajar para Thomas, pero aquello se fue al traste con la caída. Cambió el panorama de Ineos, pero es que acabaron ganando el Giro con Geoghegan y sumaron cinco etapas. Es otro concepto de Ineos que por culpa de una caída les hacen recapacitar. Roglic ya dijo que se equivocaron en llevar a rueda a Tadej durante el Tour.

¿Con Pogacar, un líder tan sólido, pierde valor la necesidad de disponer de un equipo tan fuerte alrededor?

—Pienso que lo mejor es tener un equipo lo más fuerte posible para que no se quede solo. En los momentos complicados, se trata de eliminar rivales. Siempre se intenta eliminar al líder y a los favoritos, así que en ese sentido disponer de un equipo fuerte es mejor. Nosotros el año pasado tuvimos mala suerte. De la Cruz se rompió el sacro y tuvo que ir recuperándose en carrera. En la segunda semana, Formolo se rompió la clavícula. Para nosotros eran las dos bazas de montaña. A partir de ahí hubo que adaptarse a las circunstancias.

Roglic, el principal rival de Pogacar acude al Tour sin competir en dos meses. ¿Qué le parece?

—Bueno, es un modelo de planificación. Creo que lo hace para llegar más fresco a la carrera. Es una elección que ha hecho como nosotros hemos hecho la nuestra compitiendo en el Tour de Eslovenia antes de correr la carrera francesa. El año pasado hicimos un planteamiento que era hacer altura, competir cinco días y volver a concentrarnos en 12 días en altura ir al Tour. En ese sentido no hemos cambiado nada.

2021-06-23T18:15:02+02:00
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