Un grupo de vecinos y vecinas de Tafalla, la Fundación Altaffaylla y el Ayuntamiento de la localidad presentaron ayer el homenaje que se realizará al Mariscal tafallés Pedro de Navarra el 26 de noviembre por el 500 aniversario de su muerte.
A pesar de que la fecha de su fallecimiento es el 24 de noviembre, será el día 26 en el que se descubrirá una gran estatua en su honor, situada junto a su casa-palacio de la calle San Juan, y en una jornada en la que habrá además dantzaris, bertsolaris, joteros, txistus, gaitas, coros y cantantes.
Tal y como aseguraron Pedro Leralta, concejal de medio ambiente, Koldobike Pérez de Iriarte, y Amaiur Espartza, de Altaffaylla, la estatua ha sido elaborada por el artista navarro Iñaki Villanueva, tiene más de cuatro metros más un pedestal, y se financiará por suscripción popular y con la colaboración del Ayuntamiento. “Será un impulso importante tanto para el pueblo como para el barrio”, aseguraron. En cuanto a la propuesta, explicaron que “hubo varias distintas y varios bocetos”, y entre el grupo impulsor Altaffaylla, decidieron que la de Villanueva era “la que más encajaba para el homenaje al mariscal”.
La estatua se colocará al pie de la torre, junto a la biblioteca municipal, “para que pueda verse desde la calle San Pedro y desde la calle San Juan”. Además, el muro de piedra que cierra las instalaciones se retirará para realizar una plaza nueva en el casco viejo, como propuesta de urbanismo del Ayuntamiento. “Será un lugar para poner en valor la zona y un rincón donde la ciudadanía pueda disfrutar”, declaró Leralta.
Además de estos actos, el grupo pretende realizar una charla sobre la importancia histórica de la figura de Pedro de Navarra e hicieron un llamamiento a la colocación de la bandera de Navarra entre los días 24 y 26 de noviembre como gesto de su aniversario.
Los representantes recordaron también que continúa abierta la suscripción popular a través de un número de cuenta que aparece en la revistas locales.
Icono histórico
Vecino de la calle San Juan de Tafalla (la casa de los Mariscales), Pedro de Navarra y Lacarra, fue el VI Mariscal del Reino y ocupó las más altas responsabilidades del Estado navarro, convirtiéndose en un personaje importante para Tafalla, explicaron durante la presentación.
El mariscal tuvo relación con una tafallesa de apellido Hualde, de cuya unión nació Francisco de Navarra. Como su padre, Francisco fue uno de los navarros más relevantes del siglo XVI, obispo, notable escritor y prior de Roncesvalles, por lo que los tafalleses le honraron colocando su nombre a la plaza de Navarra en honor a su apellido.
Pedro de Navarra fue además encargado para evitar, por vías diplomáticas, la conquista del Reino, reuniéndose con el rey de España, de Francia y con el Papa. Fracasadas las vías diplomáticas, en 1511 y 1512 estuvo al frente del ejército navarro resistiendo a los invasores, por lo que fue condenado a muerte y sus bienes confiscados.
En 1516, el Mariscal volvió del exilio y dirigió un nuevo intento de liberar el reino. Cayó prisionero y fue encarcelado en Atienza primero y en Simancas después, en penosas condiciones.
Todos los intentos y presiones que sufrió para que prestara juramento a los reyes de Castilla fracasaron, con el constante argumento de que “ya había jurado fidelidad a los reyes de Navarra y a su patria”. La importancia de su figura fue reconocida por las Cortes de Castilla al negarle la libertad, temerosos de que una vez libre levantaría de nuevo Navarra.
Desde la cárcel siguió alentando a su gente. En 1521, Tafalla se levantó por sus reyes y Pedro, el hijo del Mariscal preso, entró triunfal en la villa. Pero tras la derrota de Noain y la caída del castillo de Amaiur, en julio de 1522, su situación en la cárcel de Simancas empeoró. El 24 de noviembre del mismo año, insobornable, apareció muerto en su celda.
A juicio de muchos historiadores, Pedro de Navarra es el “prototipo de la inquebrantable fidelidad a su tierra”, ya que prefirió morir antes de quebrantar su juramento, sabedor, y así se lo hizo saber al rey de España.