Fiel a su espíritu de condimentar gastronomía con solidaridad, Radio Club Takolos tiene entre manos un nuevo plan. Y de grandes dimensiones, como también acostumbra. La asociación de Astrabudua cocinará el próximo sábado 25 kilos de fideuá. Ahí es nada. Todos ellos serán donados, de manera íntegra, a Aunar Elkartea, una ONG comprometida contra la pobreza y la exclusión social, y que en Erandio se encarga de la gestión del táper solidario.
Esta iniciativa es una muestra más de la vocación solidaria del barrio erandioztarra. No solo de los propios miembros de Takolos, siempre dispuestos a arrimar el hombro, sino de los residentes que al adquirir sus tiques en la paella del vigésimo aniversario de Takolos –celebrada el pasado mayo– han hecho posible comprar los ingredientes para esta superfideuá. Un supermercado también ha colaborado en esta acción liderada por esta agrupación cultural que imprime vida al municipio. Serán algunos de sus socios los que se enfunden el delantal el sábado para ponerse manos a la obra y preparar los 25 kilos de fideuá. Aunar, con su logística, se encargará después de llevarse la comida para repartirla entre personas que lo necesitan.
No es la primera vez que Takolos y Aunar unen fuerzas. De hecho, la putxera solidaria que organiza la asociación erandioztarra todos los años se alía, desde los últimos tiempos, con esta organización social. "La conocimos mediante la concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Erandio y hemos hecho cuatro putxeras para ella", recordaba recientemente Jon Erramon Fano, presidente de Takolos. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo, Aunar consiguió cerca de 40 kilos de alubias, con sus sacramentos, fruto de las putxeras con protocolo que impulsaron desde Takolos. Y es que sus miembros se animaron a llevar a cabo el concurso en formato de tiempos covid y el resultado fue muy satisfactorio. Las putxeras se cocinaron bajo la carpa de la plaza Mendiguren, instalada por el Ayuntamiento de Erandio, precisamente, para realizar actividades culturales y deportivas de una manera más segura. El espacio estuvo dividido con marcas en el suelo para que cada participante ocupase su lugar y, de esta forma, se mantuviera el llamado distanciamiento social. Además, cada putxera fue preparada por un máximo de dos personas, que eran convivientes.
Aunar empezó a tomar forma a finales del año 2013, cuando un pequeño grupo de personas sensibilizadas ante los problemas sociales generados por la extensión de la recesión económica deciden crear la asociación, con el propósito de activar proyectos que presten apoyo efectivo a colectivos diversos en riesgo de exclusión. En, enero de 2014, Aunar quedó legalmente constituida.