La adquisición de Talgo por parte de Sidenor avanza desde la discreción que quieren mantener todas las partes involucradas. Fuentes de Sidenor definieron ayer como "un paso más" la decisión de Talgo de respaldar la apertura de conversaciones para la compra, total o parcial, de la propiedad del fabricante ferroviario e insistieron en pedir "discreción" para "seguir trabajando" en unas negociaciones que tanto el Gobierno vasco como el central siguen con interés y con el deseo de que fructifiquen.
Asimismo, en la mañana de ayer la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) notificó, a través de una nota, que el consejo de administración de Talgo, en su sesión del viernes, había decidido, "tras evaluar la propuesta" presentada por grupo industrial que lidera el empresario José Antonio Jainaga, "iniciar negociaciones dirigidas a analizar una posible transacción que podría implicar la adquisición de un porcentaje significativo del capital social de la Sociedad o de su totalidad".
La comunicación remitida a la CNMV, firmada por el consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz, proclama también que el consejo velará "en todo momento" por los "intereses de la sociedad y de sus accionistas". La toma de postura de Talgo viene a ratificar que el consejo de administración de la constructora de trenes es proclive a negociar y llega después de que la semana pasada Sidenor expresase una voluntad similar. De esta manera, parece despejarse el camino para una operación que debe resolver el futuro de Talgo después de que la OPA que presentó el consorcio húngaro Ganz MaVag fuese rechazada por el Gobierno central por sus implicaciones para la seguridad del Estado y de que la oferta del grupo checo Skoda, más dirigida hacia una integración de las capacidades industriales de ambos, fuese también considerada insuficiente.
La intención de Sidenor, dedicada a la produción de aceros largos especiales, ofrece la confirmación de que el sector de fabricación ferroviaria presenta unas óptimas perspectivas de futuro en toda Europa. Reforzar todas las redes de tráfico de trenes es uno de los objetivos de la Comisión Europea, que busca conceder más importancia a este medio, ya sea para el transporte de pasajeros como de mercancías industriales.
De hecho, según datos de las propias instituciones europeas, solo el 0,4 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte de la UE proceden del transporte ferroviario, lo que lo convierte en un medio de transporte acorde a los propósitos de sostenibilidad ecológica que se pretende, mientras que, por otra parte, apenas el 2% del consumo energético del transporte de la UE puede atribuirse al tren. En un momento en el que la energía se ha convertido, desde el estallido de la guerra de Ucrania, es una cuestión crucial para las economías europeas, el tren aparece como una opción destinada a crecer. La liberalización iniciada hace unos años en el transporte de pasajeros es otro paso en el proceso para una mejor conectividad en los sistemas ferroviarios europeos, al tiempo que gobiernos y empresas quieren hacer más eficiente y flexible el tráfico de mercancías por ferrocarril. Una entrada de Sidenor en Talgo podría contribuir a la diversificación productiva de ambas firmas.
En cualquier caso, la carga de trabajo de Talgo es amplia, después de que el año pasado la constructora - que emplea a 700 trabajadores en su planta alavesa de Rivabellosa- se hiciese con un pedido por valor de 1.400 millones de euros para fabricar más de medio centenar de trenes destinados a la operadora alemana Deustche Bahn. Precisamente, Alemania se encuentra en una situación en la que va a ejecutar fuertes inversiones para modernizar sus infraestructuras de transporte, especialmente ferroviarias, después de décadas sin renovación.